San Francisco ¿Y Munigas?

El ardoroso debate en el Concejo Deliberante por la decisión de extender la red de gas natural hasta el hogar de ancianos Diehl de Sienra reactivó el recuerdo por los ajetreados días que se vivieron en setiembre y octubre del 2005.
En aquellos momentos, en plena campaña electoral legislativa, el titular del gobierno municipal introdujo en una entrevista radial una frase que quedó flotando en el ambiente.
“Que vayan preparando las valijas”, dijo un exultante Hugo Madonna refiriéndose a Emprigas S.A., la empresa de capitales italianos que posee la concesión por quince años de la explotación del servicio de redes domiciliarias de gas natural.
Pocos días después el Concejo Deliberante, a instancias de Madonna, aprobó la creación de una sociedad anónima con mayoría estatal con el fin de reemplazar a Emprigas. Munigas S.A. nació a partir de la aprobación de los ediles del bloque mayoritario.
El objetivo de esa nueva empresa era reemplazar a la concesionaria aprovechando la circunstancia de que al cumplirse diez años de permanencia en la ciudad debía revalidar su permiso como subdistribuidora de gas.
Esta gestión debía efectuarse ante el Enargas y el plazo vencía en aquellos primeros días de octubre. De este modo, a marcha forzada se dio origen a lo que sería la recuperación para los sanfrancisqueños de la potestad de manejo de su red de gas natural. Una obra tan necesaria y a la vez tan conflictiva para la ciudad.
Más allá de la intención del municipio, Emprigas S.A. elevó en tiempo y forma toda la documentación requerida por la autoridad competente acompañando la solicitud de extensión de la licencia, que según lo establece la normativa interna del Ente regulador debe prolongarse por otros cinco años.
Desde ese momento se inició una larga vigilia esperando la ansiada resolución que devolviera el dominio de los sanfrancisqueños sobre tan vital servicio para jerarquizar la calidad de vida de los vecinos.
El tiempo fue pasando y recién en abril del 2006 LA MAÑANA hizo pública una resolución de Enargas sobre el tema.
El Ente Nacional Regulador del Gas emitió un dictamen indicando que la única forma para que la Emprigas S.A. deje de ser la subdistribuidora para la ciudad de San Francisco sería que el gobierno municipal rescinda el contrato que la une a la concesionaria desde hace tiempo.
Según ese documento el ente regulador nacional no habría encontrado motivos para la revocatoria del permiso que habilita a Emprigas S.A. para actuar como subdistribuidora.
A todo este embrollo viene a sumarse un dato planteado en el debate del Concejo.
El caño que surtirá al Hogar de Ancianos municipal fue construido por cuenta de una empresa cerealera que tiene su planta cerca del Hogar de Ancianos y según denunció un edil opositor sin la autorización del cuerpo deliberativo.
Tomando este antecedente los habitantes de barrios periféricos ubicados fuera de la superficie concesionada a Emprigas intentarán construir las redes por su cuenta, para ello ya han tramitado ante el Enargas los permisos correspondientes.
Tras este embrollo pareciera ser que el imaginario político de San Francisco ha ganado un nuevo protagonista. Al ya famoso fantasma del ex intendente justicialista Jorge Bucco ahora la administración madonnista ha sumado al fantasma de Munigas, una empresa de existencia virtual.

MIGUEL PERIN – La Mañana de Córdoba