Responsabilidad social: «Con acciones pequeñas se logran grandes impactos»

Guillermo Caro s licenciado en Publicidad y Comunicación Social, especialista en Marketing e innovación social, y desde hace 18 años se dedica a realizar campañas de bien público. Explicó los beneficios que genera en las empresas e instituciones desarrollar acciones de responsabilidad social, las cuales, aseguró, se pueden realizar con ideas innovadoras que demandan poca inversión.

¿Qué es la Responsabilidad Social Empresaria?

La Responsabilidad Social Empresaria (RSE) empezó como una moda, una tendencia que iba a desaparecer, pero llegó para quedarse. Hubo una serie de elementos que demostraron que era posible, que era sustentable, sostenible y cada vez se están mejorando las buenas prácticas de RSE, incluso ahora más bien se habla de sustentabilidad, se habla de una responsabilidad de la sociedad civil, de la economía y ahora también influye lo ambiental; es decir, hay tres componentes nuevos de un escenario más grande y eso va evolucionando y las empresas lo están entendiendo, no sólo las grandes empresas sino también las medianas y las pequeñas.

¿Estas acciones de responsabilidad social se pueden aplicar desde otros ámbitos que no sean empresas?

Sí. De hecho actualmente hay responsabilidad social de las universidades, responsabilidad social individual, también de a poco va creciendo el voluntariado corporativo, son todas formas de responsabilidad social practicadas de distintas maneras. El voluntariado corporativo por ejemplo va tomando cada vez más fuerza, tanto empresas con 100 empleados o 1.200, están aprendiendo a convocar a los empleados en horario de trabajo, a colaborar en causas con fines sociales, lo cual es muy bueno para la empresa como así también para los propios trabajadores.

¿Y de qué manera se practica la responsabilidad social individual?

La responsabilidad social individual se trata de manera personal, desde el lugar de cada uno, y es muy lindo porque es como que esta experiencia pasa a tomar forma en una persona no sólo en una institución y por lo tanto, no hay que esperar a que la empresa nos llame o alguna institución, si no que individualmente puedo tomar acción. Y lo puedo hacer desde lo más pequeño como reciclar, separar la basura, leer un cuento a un hijo, con pequeñas acciones que van tomando dimensión a mucha velocidad. Cada vez hay más material para leer e informarse, especialmente gracias a las nuevas tecnologías.

¿Qué retribución le deja a una corporación aplicar acciones de este tipo?

Y depende porque hay distintos niveles. En la responsabilidad social individual la retribución es personal, humana y funciona como un espejo de la persona, pero si vamos más a lo institucional tiene que ver más con una serie de variables diferenciales, y en esto también entra en juego la reputación de una empresa, es decir, si yo hago buenas prácticas, cuido el ambiente, a mis empleados, estoy teniendo una reputación positiva, la busque o no, muchos la buscan no porque estén haciendo mal las cosas sino porque quieren ser parte de esta tendencia y les da muy buenos resultados, porque los inversores miran con mucha cautela y mucho detenimiento a las empresas que están siendo responsables para invertir ahí. Los consejos consultivos, los organismos internacionales, multilaterales, los gobiernos, hay una especie de red casi invisible que está mirando, si se están haciendo bien las cosas, e incluso son vistas con buenos ojos para ser proveedores del Estado.

¿Y sobre qué aspectos se puede trabajar?

Yo he podido desarrollar grandes proyectos con presidentes de grandes empresas, y te emociona porque de repente ves que les preocupa la infancia, la adolescencia, o los accidentes de tránsito, el medio ambiente, distintos ámbitos en los que hay mucho por hacer. Y así hay proyectos que pueden demorar hasta dos años en implementarse aunque hay otras de aplicación mucho más rápida. La premisa que se trabaja mucho en responsabilidad social es inspirar, buscar que otros que también repliquen acciones de bien común, e incluso la competencia, porque la intención es lograr que nuestra competencia se contagie e incluso pueda mejorar nuestros proyectos.

¿De qué manera pueden las pymes aplicar acciones de RSE?

Antes las pequeñas empresas, por considerarse pymes y por lo tanto pensaban que no podían tomar prácticas de RSE; muchas decían «no tengo plata», «no sé cómo se hace» y no hacían nada. Luego se dieron cuenta de que eso no era un impedimento y empezaron, con la ayuda de manuales y consultorías, a aplicar acciones de RSE y pudieron arribar a una manera simple de acompañar estas prácticas dentro de sus empresas. Si bien es complejo contratar a un consultor, o a una agencia que se dedique al tema, pero sí hay manuales que pueden consultar, incluso bibliografía online gratuita. Se pueden pensar acciones a favor del ambiente desde ahorrar energía, no consumir tanto papel, evitar el uso excesivo e innecesario de agua, algunas tareas simples que tal vez no requieren mucha inversión.

¿Se va innovando en las acciones de RSE, van cambiando con el tiempo?

Sí, hay mucha creatividad, sobre todo en acciones pequeñas que, muchas veces, sin darse cuenta de que tiene un impacto grande. Por ejemplo, mudar una fábrica a determinado lugar, o adquirir determinada tecnología para reciclar desechos, es decir, acciones que por ahí parecen menores pero que tienen un alto impacto social. Por otra parte, también se puede impactar desde un producto o servicio, por ejemplo mediante la implementación de un envase reciclable; personalmente trabaje en un proyecto para la reutilización de los cartones de los Tetra pack para la fabricación de chapas para las casas de personas que no tienen hogar, tejas a partir de tapitas de plásticos. Esto también es parte de una economía circular, porque permite que mi producto sea sustentable y a la vez genera un beneficio.

CECILIA REQUE – El Tribuno