La imagen de Macri cayó 12% desde las elecciones de octubre

Según una encuesta del Centro de Estudios de Opinión Pública -se entrevistaron a 1.000 personas-, publicada por Página 12; la imagen del presidente Mauricio Macri se sigue deteriorando y cayó nada menos que 12 por ciento en los últimos tres meses.

Sólo tres de cada diez argentinos opinan bien o muy bien del presidente. Aunque el escándalo de Jorge Triaca tiene su influencia, la clave está en la economía: siete de cada diez personas dicen que la economía está mal; casi la misma proporción afirma que la situación en su casa está mal o muy mal y enormes mayorías son muy críticas de lo que ha hecho el gobierno respecto de las tarifas, la inflación, la pobreza y los jubilados. Como era de esperar, también es generalizada la preocupación por el dólar y se considera que el aumento de la divisa norteamericana indefectiblemente se trasladará a los precios, según consignó Página 12.
Durante noviembre y diciembre la caída de la imagen presidencial se agudizó en especial a raíz de la reforma previsional y la decisión de que el aumento a los jubilados no fuera del 14 por ciento en este mes de marzo, como indicaba el cálculo con la fórmula existente, sino algo por encima del cinco por ciento, con la imposición de la nueva fórmula.
La nueva encuesta del CEOP vuelve a registrar otra caída, desde los 43 puntos de imagen positiva a los 40. La pérdida ya es de 12 en tres meses. “El gobierno de Cambiemos enfrenta tiempos de efectividades conducentes -señala Bacman-. A la opinión pública ya no le alcanza con promesas: a esta altura de la gestión es más que evidente que el oficialismo debe mejorar la economía. Así de sencillo, pero al mismo tiempo contundente. Al menos a la luz de los resultados de esta última encuesta, el clima social se sigue enrareciendo día a día y el humor de la gente empeora a pasos agigantados. La caída de casi 12 puntos es un valor que debería provocar preocupación entre los altos funcionarios del gobierno”.

Economía
El diagnóstico del CEOP es que la base de las pérdidas de imagen del presidente y su equipo está en que la población tiene percepciones muy negativas respecto de la economía. La del país y la de su casa. Nada menos que el 70 por ciento afirma que la economía del país está mal o muy mal, pero ese dato suele amortiguarse bastante cuando se pregunta por la situación en su hogar. En este caso no se amortigua: 66 por ciento afirma que el cuadro en su casa es malo o muy malo. La base es el brutal aumento en las tarifas -luz, gas, agua, celulares, prepagas, peajes-, a lo que sumó en el final de enero la perspectiva del incremento en el transporte a partir del 1 de febrero.
El cuadro de situación se complica ante los nuevos ruidos que produce el dólar. “La mayor parte de los entrevistados deja al descubierto su preocupación por la trepada de la divisa norteamericana -afirma el titular del CEOP- y al mismo tiempo expresa su convencimiento que el aumento del dólar llegará de manera inexorable a los precios y que el gobierno no está haciendo lo suficiente para detener este proceso inflacionario”.

Intereses.
“La cuestión social también está presente como parte de las promesas incumplidas -reitera Bacman-. Una de las frases que más impactó en la campaña de 2015 fue la de pobreza cero. Más allá de la discusión acerca del verdadero sentido de la frase, implicaba lisa y llanamente un mensaje de tranquilidad para los sectores más vulnerables de nuestra sociedad: la gestión de Cambiemos se preocuparía especialmente de combatir la pobreza .En esta cuestión subyace otra insatisfacción, que enciende un nuevo semáforo rojo. Los argentinos están convencidos que el gobierno no ha sido eficiente en su combate a la pobreza y que, por el contrario, este mal se acrecentó a lo largo de estos dos últimos años.
Los que ven bien la economía del país y la economía en su casa tienen la denominación de Beneficiados. Les va bien a ellos y creen que le va bien al país. En esa categoría está el 19 por ciento de los encuestados. El dato significativo es que hace dos meses los Beneficiados eran el 30 por ciento, es decir que un tercio dejaron de sentirse beneficiados.

– La Arena