Los funcionarios municipales en Córdoba ganan un poco más que los de la Provincia

Los salarios en la ciudad tienden a ser iguales o mayores que los de Provincia. Un ejemplo es el de viceintendente: su sueldo es 46,5% más alto que el del vicegobernador.

Al igual que lo que ocurre con los empleados, la diferencia salarial entre la planta política provincial y la municipal tiende a inclinarse en favor de esta última jurisdicción.

La comparación de haberes efectuada por La Voz a partir de datos oficiales da cuenta de que, exceptuado la categoría más alta –gobernador e intendente– el resto de las jerarquías análogas entre uno y otro nivel del Estado no responden a un criterio basado en la envergadura de las responsabilidades.

El caso más visible es el de los vicejefes de Estado. El vicegobernador cobra 46,5 por ciento menos que el viceintendente ($ 74.125 contra $ 108,647, respectivamente). Ambos tienen la función de presidir los respectivos poderes legislativos de Provincia y del municipio.

La comparación entre secretarios de Estado exhibe una paridad. Los ministros reciben un salario de $ 109.007 mientras que sus análogos municipales, con áreas naturalmente más pequeñas en cuanto al universo que administran, reciben $ 108.647.
Con los números dos de cada área se vuelve a invertir la situación, generándose una brecha en favor de los municipales. Los haberes de los viceministros en noviembre fueron de $ 93.972, casi tres mil pesos menos que los de los subsecretarios: $ 96.575.

Salario bruto

En todos los casos, la información corresponde al salario bruto, del que luego se descuentan los aportes de ley y el Impuesto a las Ganancias cuando corresponde. Es decir, que el salario neto (“de bolsillo”) es inferior.

Sin embargo, si la lupa se pone en el costo laboral, se hace necesario advertir que al salario bruto debe adicionarse el peso de las contribuciones patronales que el Estado – al igual que sucede en el sector privado– debe integrar al sistema previsional nacional.

Acceso público

El salario bruto de todos los funcionarios provinciales está publicado en el portal de transparencia del Gobierno de Córdoba. También se exhibe allí de manera discriminada el aporte personal de ley de cada uno.

En el caso de la Municipalidad, la búsqueda se hace un tanto más compleja. Sucede que lo publicado por la gestión de Ramón Mestre son los salarios netos. Por ese motivo, la información municipal se obtuvo del decreto N° 3.925 del 22 de noviembre, que actualizó la escala salarial de acuerdo con la ordenanza de incremento bimensual que vigente en 2017 –a partir del próximo año las subas serán mensuales .

Si bien en la misma la información sobre los haberes refiere al salario básico (salario bruto más adicionales), el secretario General de la Municipalidad, Daniel Arzani, explicó que “desde la intendencia de Germán Kammerath no existen otros ítems en los salarios de los funcionarios municipales”, razón por la cual pueden tomarse como análogos. “No se paga ni antigüedad, ni título ni ningún otro adicional”, remarcó.

Gobernador e intendente

Entre el salario del gobernador y el del intendente hay poco más de $ 18 mil de diferencia.

En noviembre, Ramón Mestre, recibió $ 120.719 pesos mientras que el sueldo de Juan Schiaretti fue de $ 138.984 pesos.

Este es un caso de excepción en el marco de la comparación puesto que la diferencia es en favor de Provincia por más de 10 por ciento.

La discusión sobre los montos

Contraste con privados, donde “se paga mucho más”.

Para el informe que se publica hoy, La Voz consultó a ambas administraciones (la Municipalidad como el Gobierno provincial) sobre el impacto que la difusión y el conocimiento de los montos salariales de los funcionarios puede tener sobre la ciudadanía en general.

Tanto desde la administración radical como desde la de Unión por Córdoba coincidieron en responder que en “el alto mando del sector privado se paga mucho más” que en la función pública.

No obstante, las fuentes consultadas en ambas jurisdicciones reconocieron que “el tema de los sueldos públicos enoja a la gente”.

Por Daniel Zen – La Voz del Interior