Se reactiva la obra de las Represas y aspiran a acortar los plazos

Fue el propio Gerardo Ferreyra de Electroingeniería el que anunció que finalmente se retomaron los trabajos en el río Santa Cruz. Superada la contingencia financiera de la integrante de la UTE se replanteó el esquema de trabajo con el fin de acortar los plazos de concreción de las obras. Mientras también avanza la compra de más equipamiento, la Nación aprobó una nueva planificación de tareas que permitirá acortar el plazo inicial de 84 meses estipulado.

“En la inmensidad del desierto patagónico austral, después de dos años de paralización, comienzan a trabajar las primeras máquinas de gran porte en el desvío del río Santa Cruz para luego Construir la Central HIDROELECTRICA más Austral del mundo: Cóndor Cliff”, señala el tuit de Gerardo Ferreyra, titular de Electroingeniería que integra la UTE Represas Patagonia, junto a Hidrocuyo y la china Gezhouba.
Hace pocos días la UTE superó dos contingencias, una financiera y la otra de proyecto. Es que por un lado, luego de haber entrado en cesación de pagos por el incumplimiento de la primera fecha de cancelación de una serie de “Obligaciones Negociables”, Electroingeniería corría riesgo de quedar fuera de toda posibilidad de financiamiento, pero esto pudo ser sorteado al cumplir con el pago de las mismas en el segundo vencimiento que había para ello.
En paralelo, ante el pedido del Gobierno Nacional de tratar de acortar los plazos de obras, con el nuevo proyecto, se presentó una nueva planificación de trabajos, la que fue aprobada días atrás.
Es así que ayer, en su cuenta de Twitter, Gerardo Ferreyra anunció que se retomaban las tareas, lo que pudo ser corroborado con el intenso movimiento que volvió a ser visto en la zona de los campamentos de Cóndor Cliff y La Barrancosa (designación que decidió Nación otorgarle al complejo, en vez de Néstor Kirchner-Jorge Cepernic, como le había puesto el gobierno anterior y la propia provincia).
En las últimas horas grandes camiones y retroexcavadoras se encuentran realizando movimientos de suelo en la zona, situada unos 130 kilómetros al Este de El Calafate, señala el portal Ahora Calafate. Allí se prevé la construcción de un muro de 1.900 metros de longitud y hasta 70 metros de altura, que cortará el paso del río Santa Cruz, haciendo que sus aguas pasen por las cinco turbinas que tendrá esa represa, que tendrá un lago de embalse de 250 kilómetros cuadrados.
El inicio efectivo de las obras en la zona del río se da a dos meses de que el ministro de Energía de Nación, Juan José Aranguren, visitara la zona y entregara a Represas Patagonia la orden de servicios autorizando el comienzo de las obras principales, “después de haber seguido el proceso que nos había pedido la Corte Suprema de Justicia”, dijo entonces el funcionario.

Ambientalistas
Las obras de desvío del río, que llevarán varios meses, comienzan en momentos en que la Asociación de Abogados Ambientalistas de la Patagonia espera que la Justicia se expida sobre su apelación a lo dictado por la juez federal Marra Giménez, quien dio vía libre al gobierno; como también al pedido de Per Saltum presentado por la ONG Banco de Bosques, para que sea la Corte Suprema de Justicia la que se expida.

Primeros pasos
Según pudo conocerse, en los campamentos montados en los obradores del Complejo, estarían ya desempeñando tareas unos 600 trabajadores de forma efectiva, mientras aún hay otros 140 que mantienen su relación laboral con la UTE de la época anterior, aunque con una jornada reducida (sin trabajar) a la espera de ser reincorporados a las tareas.
De acuerdo a lo que pudo conocer La Opinión Austral, la intención es retomar los plazos anteriores que tenía esta obra para su conclusión y no los 84 meses (6 años) que inicialmente fueron pautados, luego del cambio de proyecto que le imprimió el actual Gobierno.
Esto obligó a la presentación de un nuevo plan de obras, que fuera aceptado días atrás por las autoridades de aplicación, por lo que luego del receso de las fiestas, se espera que las obras tomen vuelo de manera importante y no sólo se reincorpore ese mes a los 140 obreros que aún no desarrollan tareas, sino que de manera paulatina pero constante, se vaya sumando otro número importante de trabajadores hasta llegar al pico de 6.400 que esta construcción demandará cuando esté en el punto cúlmine de la misma.

Equipamiento
Lo que sí, desde hace ya varios meses, la UTE ha encarado la adquisición de más maquinaria específica y distintos tipos de materiales necesarios que se suman a los ya adquiridos.
La última licitación fue por 351 millones de pesos, cuyas ofertas fueron abiertas la semana pasada.
Una de las maquinarias más importantes en esta licitación es una fresadora hidráulica que excave hasta los 80 metros de profundidad, con un ancho de entre 8 y 15 metros, requerida para realizar los cimientos de las presas.
También se licitó la compra de una cuchara hidráulica de entre 20 y 30 toneladas de peso, con una capacidad de la cuchara de un metro cúbico y un ancho de excavación de 8 metros.
Otro concurso refiere a la compra de una perforadora rotativa hidráulica, unas 88 toneladas de peso operativo, una profundidad de excavación al menos de 60 metros, con capacidad de hacer pozos de hasta 80 centímetros.

– La Opinión Austral