Fue por decreto del Ejecutivo. Se pretende mayor protección, especialmente ante una eventual pérdida de terrenos o nuevas instalaciones.
Tras inaugurar distintas mejoras en su infraestructura por un valor de $ 190 millones, el Parque General San Martín incorporó el término “Histórico” en su denominación, una categoría de bien cultural reconocida por la Organización de las Naciones Unidades para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
De esa forma se pretende que no sólo los particulares sino principalmente el Estado, puedan intervenir a partir de ahora en las casi 400 has de este complejo natural, y preservándolo en la condición más cercana posible a la concebida por sus creadores y evitar más mutilaciones y anexiones no previstas en su época de nacimiento.
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El proyecto fue plasmado por los técnicos de la Dirección de Patrimonio de Mendoza y se busca de esa manera brindar un mayor amparo a la emblemática obra de la sociedad y clase dirigente de fines de siglo XIX.
La administración provincial plasmó el trabajo de los especialistas en el decreto Nº 2307/17, que firman el gobernador Alfredo Cornejo y el ministro de Gobierno, Dalmiro Garay. La parte resolutiva expresa que “se declara Parque Histórico al actual Parque General San Martín y todos los bienes culturales, materiales e inmateriales, que se relacionan con ese espacio y ambiente”. También el nombre oficial será desde ahora “Parque Histórico General San Martín”.
La argumentación estatal es que ya existen antecedentes de la declaratoria en favor del parque como Patrimonio Cultural de la Provincia, pero que, en su momento, no se destacó el carácter histórico de la creación del francés Carlos Thays, que esta norma legal pretende reparar. “Que su calificativo de ‘histórico’ está dado por el afamado profesional que lo diseñó; por la época en que se proyectó; por tratarse de un parque típico del siglo XIX (…) y por la tipología de su mobiliario y la historicidad adquirida a lo largo de las décadas” en las que hubo célebres reformas, como la efectuada por el gran arquitecto Daniel Ramos Correas en la década de 1940.
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La declaratoria incluye el diseño original y los bienes culturales que se fueron incorporando, tales como los portones metálicos de ingreso (adquiridos en Glasgow, Escocia), el conjunto escultórico de los ‘Caballitos de Marly’, la Fuente de los Continentes, el Lago de Regatas, el Paseo del Rosedal, todos sus espacios adyacentes y bienes artísticos y mobiliario urbano.
Se mencionan dentro del amparo las diversas esculturas y los bustos de Agustín Álvarez, Manuel Belgrano, monseñor José A. Orzali y Emilio Civit. Otras incorporaciones dentro de la calificación impuesta lo conforman el ex zoo (hoy Ecoparque), el Parque Aborigen, el edificio del antiguo Museo Provincial de Bellas Artes (actual sede de Recursos Naturales Renovables; la Dirección de Parques, el Teatro al Aire Libre (Pulgarcito), la antigua calesita, el estadio Malvinas Argentinas y el sistema de riego original.
Quedan incluidos las avenidas de circulación, los prados Gaucho y Español, y formará parte del casco histórico del parque la avenida del Libertador, desde los portones hasta su arribo al Cerro de la Gloria. Por otra parte, se advierte que “otros bienes complementarios en temática y afinidad ya cuentan con normas legales, como el Monumento al Ejército de los Andes, el Teatro Griego Frank Romero Day, ex edificio de Playas Serranas, la antigua sede del Hospital Emilio Civit, el Observatorio Provincial y la Escuela Hogar Eva Perón” pero, a pesar de esos recaudos, “se incluyen para su protección patrimonial en el decreto 2307/17”
Por Miguel Títiro – mtitiro@losandes.com.ar – Los Andes