Bariloche. Tableros comunitarios dan luz a 300 hogares

El Municipio entregó los materiales para que las familias establecidas en la toma 29 de Septiembre tengan el suministro eléctrico con un grado mayor de seguridad del que les permitían los precarios cableados preexistentes. Los vecinos devolverán en cuotas.

Alrededor de 300 familias de la toma 29 de Septiembre de esta ciudad pudieron conectarse a la electricidad de una forma más segura y eliminar el peligro latente que representaban los cableados precarios serpenteando sobre los terrenos y calles improvisadas del asentamiento.

Todavía están para conectarse otras 35 familias porque faltaron 6 bobinas de cables. Será en una segunda etapa cuando las familias conectadas paguen los materiales provistos por el municipio.

Patricia Millalonco, referente de la toma, informó a DeBariloche que el municipio les entregó 18 bobinas en junio pasado. Cada bobina tiene unos mil metros de cable.

Dijo que usaron las bobinas con cables de 2×10 para hacer las conexiones desde los tableros comunitarios, que se levantaron sobre la calle Prafil, que marca el límite entre la toma y el barrio 645 Viviendas.

Desde esos tableros se hizo el tendido eléctrico hasta las borneras que se ubicaron en cada una de las 23 manzanas que conforman el asentamiento.

Millalonco explicó que para el cableado desde las borneras hacia las casas utilizaron las bobinas de 2×6. Indicó que cada bornera provee de energía a 16 ó 18 casas.

“De esta manera comenzamos a levantar los cableados finitos que había en el barrio”, afirmó la referente. Esos cableados improvisados y precarios formaban parte del paisaje de la toma y eran un peligro constante, sobre todo, para los chicos.

Millalonco destacó que entre los vecinos hicieron los trabajos del tendido de los cables para poder llevar la electricidad a las 300 familias. Valoró que la cantidad de familias conectadas equivale aproximadamente al 95 por ciento del total de los grupos familiares que viven en la toma.

Comentó que esos trabajos comenzaron en julio y se extendieron hasta agosto pasado. Explicó que el servicio de electricidad que tienen las familias de la toma aún sale de los tableros comunitarios porque todavía sigue vigente una orden judicial de no innovar por una causa judicial.

Por eso, señaló que el acuerdo se hizo con el municipio. Caso contrario, algunas familias que viven alejadas de los tableros comunitarios tendrían que haber comprado unos 1.500 metros de cable.

Dijo que las bobinas que faltan para las 35 familias restantes se comprarán una vez que se cubra por lo menos el 50 por ciento del pago de las 18 que el municipio entregó. Pero aclaró que todas las manzanas tienen electricidad.

Millalonco consignó que hace pocos días firmaron un convenio con el Instituto Municipal de Tierra y Vivienda, a cargo de Laura Zanoni, para que cada familia pueda pagar sus cuotas en ese organismo.

Sostuvo que las familias pudieron pagar la segunda cuota y comentó que los pagos se atrasaron porque el Municipio se demoró en la confección de las chequeras con las 12 cuotas de 137 pesos. Millalonco dijo que como parte del acuerdo cada familia debe pagar 600 pesos de luz mensual durante un año. “Todos queremos pagar por la luz que estamos consumiendo”, aseguró.

La referente barrial explicó que como no pueden solicitar el servicio a la CEB, hicieron un acuerdo con el municipio para poder acceder al servicio. Puntualizó que las boletas del consumo de cada uno de los 23 tableros vienen a nombre de la municipalidad. Por eso, las familias pagan su consumo al municipio.

Millalonco sostuvo que todavía hay otros tableros comunitarios que fueron instalados años atrás en una improvisada colectora de la Ruta Nacional 40 Sur, a metros de las viviendas. La CEB instaló esos tableros.

Cada familia de la toma se comprometió a pagar los cableados al Municipio, que facilitó una financiación de 12 cuotas fijas de 137 pesos mensuales.
El asentamiento no para de crecer
La toma nació en septiembre de 2011, con 13 familias. Pero tuvo un crecimiento explosivo. Patricia Millalonco dijo que hoy son más de 300 familias en el asentamiento, que está ubicado en inmediaciones del barrio 645 Viviendas y 2 de Abril. Y siguen llegando personas a instalarse en el lugar. “Estamos colapsados. Es una realidad y la gente necesita un lugar donde vivir, porque no hay generación de lotes municipales como para poder acceder a un terreno”, lamentó Millalonco.

– Diario Río Negro