– La encuesta sobre las expectativas de los empresarios muestran, a través del optimismo de los indicadores, que ellos han definido su apoyo por el Gobierno. ¿Y el resto de la sociedad? ¿Cómo está viendo el escenario electoral?
– No queremos dar datos electorales con Sergio Berensztein, con quien hacemos la parte política (de los estudios), porque hay muchos datos ya. Además, yo he señalado siempre que he podido la relatividad de las encuestas debido a los múltiples factores (que inciden sobre la decisión del voto). Pero al día de hoy, considerando los datos de una encuesta que hicimos ayer (por el miércoles), hay un 15% de indecisos. La mitad de ellos, se van a definir el último día. Con lo cual, todas las proyecciones se golpean contra este factor. Entonces, todo lo que uno hace son hipótesis y proyecciones. Pero en realidad, si las elecciones fueran hoy en la provincia de Buenos Aires, que es la madre de las batallas, tiene una ligera ventaja Esteban Bullrich con respecto a (Cristina Fernández). Es bastante probable, teniendo en cuenta las proyecciones que hacemos, que esa ventaja se acreciente. En cuanto al resto del país, no creo que vayan a haber grandes sorpresas.
– ¿Hay una “ola amarilla” después de las PASO? En las provincias con Gobiernos enfrentados a Cambiemos, los oficialismos advierten que antes de las primarias, en la Rosada se evitaba hablar de economía. Pero después, casi a diario se dan anuncios sobre mejora en el PBI o del patentamiento de autos…
– No es que hay un cambio por parte del Gobierno, sino que en los últimos dos meses se ha comenzado a advertir un repunte económico notable. Notable en el sentido de que ya se nota. Y esto ha dejado a la oposición (de Cambiemos) sin discurso, porque estaba todo basado en lo mal que estaba la situación económica. Lo que hicieron las PASO fue desnudar esta imagen que se había creado respecto de que esto era un desastre, de que la gente estaba muy arrepentida de haber votado a Cambiemos en 2015, de que iba a venir un terrible voto castigo que iba a impedir seguir gobernando y que el Gobierno probablemente tendría que irse en diciembre. El resultado produjo una especie de shock. Medimos cuál es la imagen de gestión del Gobierno y siempre venía la negativa por encima de la positiva. A partir de las PASO, eso cambió: la imagen positiva pasó a ser mayor que la negativa. Y un mes después, en la medición que hicimos la semana pasada, se separó aún más y ahora la imagen positiva le lleva 10 puntos a la negativa. Las mismas PASO le dieron mejor imagen de gestión al Gobierno y, a la vez, esto no hubiera ocurrido si no hubiera comenzado a notarse la reactivación. Entonces, al final, no era tan mala la situación.
– ¿De las elecciones el escenario al cual va a salir la sociedad es el de un oficialismo más consolidado y una oposición más fragmentada?
– El gran desafío es cómo se va a reorganizar el PJ. Si los factores se van a dar como aparentemente vienen, es decir, que Cristina va a entrar al Senado pero no como triunfadora sino en una situación de minoría, es probable que ella no tenga capacidad para reorganizar el peronismo. No digo que de la otra manera pueda, pero en estas condiciones no lo va a poder hacer. Y ahí van a comenzar a darse otras posiciones. Hay toda una “casta nueva”: Juan Manuel Urtubey (gobernador de Salta), Sergio Uñac (gobernador de San Juan), Sergio Massa (líder de 1País), Miguel Ángel Pichetto (jefe del bloque del PJ en el Senado), que estarán pugnando por los nuevos liderazgos
– LA GACETA