La tarea de achicar Los gastos del Estado

El Gobierno nacional inició un ajuste de gastos menores en el sector público, pero hay que continuar reduciendo erogaciones para achicar el déficit fiscal.

Los controles para gastar menos en ámbitos del Estado comenzaron con los pasajes aéreos, uno de los bienes más preciados a los que da acceso la política, y continuaron con los celulares, en los que se está gastando por año $75 millones de más. Pero la lista de reparticiones y erogaciones es mucho más amplia e incluye, por ejemplo, el control de los gastos de consultoría encargadas de realizar encuestas de opinión; la custodia de funcionarios y la compra de computadoras y útiles de oficina, entre otros.

Como una primera aproximación a la cirugía mayor que se debe aplicar en los gastos del Estado, el ajuste es correcto, pero habrá que profundizarlo si se quiere alcanzar un efecto notorio en materia de reducción del déficit fiscal.
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Desde el inicio de la actual gestión este es el primer ajuste que el Gobierno nacional encara en áreas en las que considera que se está gastando de más. De los ítems en los que se ha ejercido mayor control y se han aplicado importantes ajustes el de la telefonía celular es el que más ha llamado la atención, por los valores en cuanto al número de líneas de telefonía móvil que estaban habilitadas y los montos que ello representaba. Según el Ministerio de Modernización, hace unos días se dio de baja a 21.436 líneas que mostraban gastos injustificados. Habían sido asignadas a familiares de funcionarios, estaban a nombre de personas fallecidas o habían quedado en desuso. La idea es seguir controlando este gasto ya que actualmente quedan 50.658 líneas habilitadas, que puede ocurrir que no se les esté dando el uso que corresponde. Algo parecido sucede con los pasajes aéreos, utilizados con discrecionalidad desde la anterior gestión de gobierno.

Para que este ajuste realmente se vea reflejado en la economía nacional deberá trascender a otros ámbitos del Estado, como el Poder Legislativo y el Judicial, y por lo consiguiente a las provincias y municipios. Cada uno de estos estamentos deberá emular lo que está haciendo la Nación, es decir un sinceramiento de gastos y un ajuste presupuestario que la propia sociedad reclama desde hace tiempo.

– Diario de Cuyo