Ladrilleros de Toay, molestos porque la comuna compra materiales afuera

Los ladrilleros de Toay -hay trece hornos en total, del que viven catorce familias- se mostraron molestos porque su municipio no los consideró, de modo tal que la empresa que construye 112 viviendas en la localidad no les compra lo que producen.

La concejal Yanina Castro Echeveste, Pedro Pisandelli (funcionario nacional pero que dijo expresarse en calidad de vecino), y el ladrillero Carlos “Chimenea” Paez explicaron cuál es la situación que terminó fastidiando a los trabajadores.
Pisandelli dijo que “lo que molesta es la falta de coordinación, porque tranquilamente el intendente (Ariel Rojas) pudo haber convocado a los horneros y explicarles que se iban a construir las viviendas, y a su vez haber hablado con la empresa constructora para imponerla de que los ladrillos se podían comprar en Toay”.

Horneros ignorados.
Lo cierto es que, según afirmaron los entrevistados, la empresa BK Construcciones compró los ladrillos en la provincia de Mendoza, ignorando a los horneros que están ubicados a unos cientos de metros del casco urbano del pueblo.
“La preocupación viene porque después el intendente habla de falta de trabajo, pero hay que decir que es necesario invertir apoyando a los horneros de Toay. Hubiera sido una buena oportunidad”, sostuvo Pisandelli.
La edil, Yanina Castro Echeveste, amplió señalando que “la obra estaba prevista empezarla a principios del año pasado, pero como el lugar fue usurpado por la gente de Chacra Raiz, se demoró. Después hubo un tramiterío municipal, porque los terrenos estaban destinados a espacios públicos y se debió modificar la ordenanza para que se pudieran hacer esas 112 casas”.
La obra, en el marco del Plan Nacional de Vivienda (a través del Ministerio del Interior Obras Públicas y Viviendas), está siendo ejecutada por BK Construcciones S.A., que ha tomado unos 60 trabajadores de la construcción. El presupuesto es de casi 30 millones de pesos, empezó el 7 de julio y tiene un plazo de 330 días.
La concejal precisó que en Toay el déficit habitacional es de medio millar de casas.

Un ladrillero.
Carlos “Chimenea” Paez, uno de los horneros, contó que Los ladrilleros no fueron convocados por el municipio. “Nunca hablamos con el intendente (Ariel) Rojas, porque las veces que fuimos o estaba ocupado o no podía atendernos”.
El trabajador sostuvo que “la excusa de que el tamaño de los ladrillos puede ser distinto se pudo haber arreglado. No era un problema, pero hay que evitar que vuelva a pasar”, pidió.
“Los ladrilleros están capacitados para trabajar amoldándose al material que se necesitaba. Así se perdió una muy buena oportunidad para estos trabajadores toayenses”, agregó Pisandelli. Por eso “el reclamo puntual al intendente es que tiene que estar a la altura de las circunstancias: debió coordinar para que se les comprara a las trece familias que en su pueblo producen ladrillos”, reprochó.

Cuidado con la escritura.
La edil Castro Echeveste dijo por su parte que la idea es trabajar en el concejo “en una ordenanza que estipule la compra a los ladrilleros locales”, y señaló además que “la ley de Compre Pampeano no se pone en práctica”.
Finalmente Carlos Paez recordó que los horneros tienen tiempo hasta noviembre próximo para escriturar los terrenos que hoy ocupan, pero para eso tendrían que afrontar un gasto que estaría en poco más de 20 mil pesos. “Si nos hubiera comprado los ladrillos a nosotros tranquilamente podríamos pagar esa suma”, aportó. Advirtió que si se supera ese plazo de noviembre los horneros se verían obligados a pagar el inmueble que actualmente están ocupando.

– La Arena, La Pampa