Mendoza. El plan de control de residuos sólidos avanza a paso lento

Los municipios siguen sumando puntos verdes y tachos diferenciados. El papel de los recuperadores urbanos.

Separar los residuos en su origen para recuperar los materiales reutilizables o reciclables es una de las metas que se plantea la provincia. En Mendoza se generan 1.850 toneladas diarias de basura. La implementación de puntos limpios y cestos diferenciados allanan el camino para una Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos pero, no todos los ciudadanos arrojan sus desperdicios al cesto correspondiente. La ilusión de un plan de basura cero avanza a paso lento.

Según un relevamiento del Centro de Estudio de Ingeniería de Residuos Sólidos Urbanos (CEIRS) de la Secretaría de Ambiente, sólo una persona genera más de un kilo de basura diaria. De esta, 31% podría recuperarse para ser reinsertada en el circuito productivo como materia prima para la industria y el comercio. Pero para ser reciclables deben estar limpios y secos.

La clasificación de residuos es esencial para obtener materiales aptos para ser reciclados.

¿Para qué sirven los tachos amarillos y verdes?

Maipú es uno de los municipios pioneros en la instalación de tachos: uno verde y otro amarillo que están ubicados en el microcentro. Esta clasificación por colores sigue patrones internacionales, es muy simple y es el primer paso para generar conciencia. Permite seleccionar los materiales entre «secos» y húmedos» a través de sus potencialidades de recuperación, reciclado o compostaje.

El amarillo debe utilizarse para arrojar los productos «secos», que son los residuos recuperables como vidrio, cartón, aluminio y plástico. El verde los «húmedos», que son los residuos urbanos que incluye orgánicos.

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Otros departamentos como Godoy Cruz o Ciudad, incorporaron «Puntos limpios» en zonas estratégicas con depósitos identificados donde la gente puede arrojar papel y cartón (azul), plásticos (amarillo) y vidrios, latas y tetra (verde). Además hay otros para tirar los desechos caninos.

Aunque cuentan con una descripción para no «errar», en la práctica la gente se confunde y termina utilizándolos mal. «El uso incorrecto no es intencional, la realidad es que no estamos acostumbrados a separar los residuos. Falta educación, pero no hay que darse por vencido», comentó Mario Isgró secretario de Planificación, Infraestructura y Ambiente de Capital.

Los contenedores están ubicados en puntos estratégicos.

El destino de la basura

El circuito de la basura comienza en el domicilio, empresas o en la calle y termina en las plantas de tratamiento. En el medio, los recuperadores urbanos cumplen un rol fundamental para retirar, clasificar y vender el material.

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En algunos municipios se llegó a un acuerdo con los mayoristas que compran papel y vidrio para que tengan un precio diferencial con los recuperadores. El kilo de cartón lo pueden vender a $1,60; el diario a $2; el PET cristal $3, el cobre $40, mientras que por el aluminio limpio se paga $7.

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Centro de Estudios de Ingeniería de Residuos Sólidos (CEIRS), 2015 – 2016

En Maipú, la recolección de la basura de los tachos verdes y amarillos se realiza a través de camiones municipales adaptados con una recolección diferenciada del resto de los residuos del departamento que tienen como destino la planta de tratamiento ubicada en Barrancas. Los residuos van preseleccionados para entrar en la gran selección que se lleva a cabo en la planta, según indicó Eduardo Mezzabotta secretario de Infraestructura y Servicios Públicos.

En tanto, el gobierno provincial espera en el 2018 iniciar las tareas de la nueva planta controlada que contará con una planta de compostaje, planta de separación de reciclables y vertedero unificado para los departamentos integrantes del Sistema de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU). Tendrá una inversión de 70 millones de dólares.

Los obstáculos para la recolección domiciliaria

Malargüe es el único municipio que comenzó a hacer ensayos con una recolección diferenciada de residuos domiciliarios, según destacó Miriam Skalany, directora de Protección Ambiental de la provincia.

El problema principal para extender este operativo en todas las comunas es la inversión y la logística. Actualmente los camiones juntan toda las bolsas en un mismo contenedor. La tarea debería hacerse en días y horarios determinados. Así el recolector podría llevar la bolsa verde con residuos inorgánicos a las plantas de separación –cooperativas de clasificación de RSU–, y no al relleno.

El problema de controlar la basura.

Pedro San Martín de la Secretaría de Ambiente de Godoy Cruz, indicó que en la comuna se logró un avance significativo al restringir la entrega de bolsas plásticas en los supermercados. «La gente sacaba pequeñas bolsas en la que iba distribuyendo sus residuos, ahora, lo hacen en forma más segura y compactada en bolsones. Esto limitó también la cantidad de bolsas blancas que se veían volando en el Oeste».

Skalany indicó que una de las obstáculos para controlar los residuos sólidos urbanos es el circuito de los recolectores informales que «toman lo que les sirve y el resto lo descartan» dijo. «Principalmente hay que trabajar con educación. Esto va a llevar bastante tiempo», reconoció Skalany.

Adriana Lui adriana.lui@elsol.com.ar – El Sol