El economista y analista político afirma que es clave para que los empresarios inviertan, que el Gobierno Nacional gane las elecciones de octubre.
El economista y analista político estuvo en Mendoza y se reunió con diversos ministros de la provincia y dialogó con Los Andes sobre su visión sobre el año y medio del gobierno de Mauricio Macri y las decisiones que han tomado en lo que respecta al ámbito económico.
Además, también brindó su opinión sobre los posibles resultados que dejaría las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) y en consecuencia, los pasos a seguir por el presidente Mauricio Macri y la ex presidente, Cristina Fernández de Kirchner.
-¿Cuál es la visión de Mendoza a nivel nacional?
-De Mendoza se habla poco, pero los pocos que conocen hablan bien. Es un gobierno que no está haciendo una campaña de imagen a nivel nacional. Pero los que siguen en detalle a las provincias reconocen que el Ejecutivo local está haciendo un trabajo serio, que está ordenando las finanzas de la provincia y la opinión es positiva.
Elogian toda la marcha económica administrativa de la provincia y el foco puesto en el orden de las cuentas, con el objetivo de hacer sustentable en el mediano y largo plazo la economía provincial. Tema que no en todas las demás provincias está sucediendo y de hecho está en discusión si esto realmente está pasando a nivel nacional.
Claramente, Mendoza no está en el centro de la discusión nacional por el hecho de que no es un gobernador trabajando su imagen en el ámbito nacional; está focalizado en el ámbito local.
-¿Cuál es la prioridad económica del gobierno Nacional?
-El gobierno Nacional tiene entre sus objetivos más importantes los mercados. De este modo, es que está utilizando todas las herramientas y conexiones para seguir manteniendo abierta la puerta de financiamiento externo de Argentina; ésta es la prioridad y de hecho esto lo que demuestran los constantes viajes de Macri al exterior.
Acá juega un papel fundamental la elección, ya que el triunfo de Cristina complicaría esta prioridad; mientras que la derrota de la ex presidente mantendría abierto y entusiasmado al Gobierno -y a los posibles inversores- en la búsqueda de financiamiento.
-Por lo tanto, ¿el déficit y la inflación están en segundo plano?
-Si es un gobierno que lo vamos a medir por déficit y meta inflacionaria estamos equivocados, porque no ha puesto su prioridad en este punto.
-El hecho de que Morgan Stanley Capital International (MSCI) consideró que la Argentina continuará en la categoría de mercado financiero de frontera y no pasó a mercado financiero emergente; ¿complica esta prioridad?
-Sí y no. Porque en realidad lo que pasó es una señal que todos van a esperar las elecciones para concretar las inversiones. Tienen temor al retorno del populismo. Están esperando a ver qué pasa.
El argumento por el cual no lo pasaron y recién en mayo del año que viene reverán el tema, es porque temen que gane Cristina y el resultado complique las cosas.
El análisis que hacen todos los inversores es más profundo y saben que Cristina tiene base y puede ganar. Sobre todo cuando se toma el conurbano bonaerense, ya que 2 de cada 3 votos vienen de allí, y es ahí donde el Indec informó que la pobreza de este sitio es récord con 11,8 puntos, por encima del promedio nacional. Estos son los votos que puede arrastrar la ex mandataria.
-¿Cuál es la realidad del mercado laboral?
-De las 12 millones de personas en relación de dependencia en el país, un tercio de ellos está en el sector informal, otro tercio en el Estado y el otro es monotributista. Esto es insostenible en el tiempo.
Es una cuestión social, del incluido y el excluido. Los informales cobran la mitad del salario promedio de los trabajadores formales. El formal además tiene protección laboral, aporte jubilatorio, crédito para el consumo, sistema de salud, entre otros beneficios. El informal, en cambio, no tiene estas cosas.
Por ello, es que es una cuestión de Estado. Argentina tiene que aumentar su cantidad y porcentaje de trabajadores privados formales.
Además de todas las falencias, y las desventajas que corren los trabajadores, esta situación deja además un peso importante sobre la economía formal. Por ello, es el tema en que hoy el gasto público está llegando a un récord histórico del orden del 42%-44% del PBI.
-¿Y cómo sigue esto?
-El Gobierno no podrá bajar de un día para el otro el déficit fiscal. Creo que el Gobierno está demorando en solucionar este problema y tampoco está demostrando que quiera corregirlo, ni siquiera como tendencia gradualista.
-¿Cree que es un gran error?
-Sí. El mayor error de este gobierno es no haber demostrado una baja en el déficit fiscal. Y esto tiene que ver con la inflación, ya que hay una correlación entre ambos. Por lo tanto, la percepción de la gente es que las cosas siguen subiendo y que su salario no les alcanza para cubrir las necesidades.
No veo decisión de Macri de querer bajarlo este año y no creo que tomen medidas que pueda tener aspectos negativos antes de las elecciones. Sin embargo, después de los comicios deberá dar señales concretas en cuanto a la baja del déficit para poder mantener la credibilidad económica.
-El trabajo informal está relacionado con la informalidad que también hay en gran parte de las pymes locales. ¿Cómo se revierte esto?
-El problema que tienen muchas pymes es que si pagan todos los impuestos no tienen competitividad. Pero además, lo que sucede es que no hay fiscalización para las pequeñas empresas. Por lo tanto, es que muchas deciden encaminarse por la informalidad.
-El gobierno Nacional afirma que este año Argentina tendrá un crecimiento económico. ¿Esto cree que repercutirá en la sociedad?
-Estadísticamente, Argentina va a crecer entre un punto y 2 puntos, pero difícilmente va a llegar a la percepción social.
La economía va a empezar a crecer, pero no va a llegar al empleo y al salario de la gente; por lo menos durante el 2017. Y esto, es justamente, uno de los problemas que tiene el gobierno en las elecciones.
Laura Saieg – lsaieg@losandes.com.ar – Los Andes