El Silicon Valley mendocino, cada vez más cerca

Capaz de albergar a 40 empresas, la inauguración del edificio central del Parque TIC de casi 4 hectáreas inicia la carrera del primer polo tecnológico del país que ya imitan otras provincias. Así esta quedando a días de su inauguración.

Lo cranearon un grupo de desarrolladores mendocinos del mundo de la informática hace casi 5 años, y luego de dos gestiones de Gobierno en las que parecía ralentizarse finalmente su puesta en marcha es una realidad palpable a partir de la inauguración de su edificio central de más de 3.700 metros cuadrados, con 40 espacios para oficinas. El llamado Parque TIC, en Godoy Cruz, quiere ser el corazón del primer polo tecnológico en la materia para Mendoza, el sueño de un conglomerado de empresas dedicadas al software capaces de replicar el modelo del Silicon Valley californiano, que de hecho hace tiempo se nutre de cerebros mendocinos todo terreno.

En el predio cercano al cordón de la Zona Industrial godoicruceña, de 3,6 hectáreas, ya había movimiento por parte de una decena de firmas que apostaron a tener uno de las 21 parcelas que lo conforman. Ya se licitaron y adjudicaron 19 con distintos grados de avance (ver aparte), por eso, el corte de cintas del edificio previsto para fines de julio de 2017 es sólo el principio.

De utopía a realidad

Más allá de un tratamiento impositivo diferencial como principal estrategia para radicar a las empresas en el complejo, y de un camino que recién comienza, el polo TIC tiene una fisonomía propia, a tal punto que ya es una referencia nacional. Para eso, las firmas accedieron a una línea de crédito blanda del Fondo de la Transformación y Crecimiento, con garantía de la SGR Cuyo Aval, tanto para licitar los terrenos como para construír.

Rodolfo Giro es, además de dueño de Inamika, una de las cabezas visibles del polo y de los más férreos impulsores del Parque. Y explica que el propósito inicial es trata de captar la mayor cantidad posible de operadores para asentarse en la sede principal.

“ La idea es que en el edificio central se asienten muchas empresas, pero sin un número cierto por ahora, dado que también hay espacios para el co-working, con la posibilidad de que se alquile mobiliario para abrirle espacio a iniciativas unipersonales o pequeñas empresas”, se entusiasma Giro.

Además de destacar que no sólo las empresas gozan de incentivos fiscales sino “más bien conceptuales, que ganan por el hecho de formar parte del Parque”, el empesario rescata como ejemplo “contar con un lote escriturado a nombre propio, algo que las empresas de tecnología casi nunca tienen, capital como garantía real que permite valorizar la inversión ”.

Por su parte, Guillermo Cruz, subsecretario de Industria de la Provincia, destaca que “se está trabajando sobre 4 ejes conceptuales para los Parques: más allá de la internacionalización y la industrialización, en el TIC el foco está puesto en la innovación sobre todo, y obviamente la inversión”.

La actualidad muestra a 26 empresas del sector trabajando dentro del complejo, con distintos grados de avance. El dato entusiasma a Cruz, quien anticipa que “la demanda ya supera el espacio disponible, con lo cual habrá que avanzar en ampliarlo”.

En ese sentido, a pedido de los privados, el Ejecutivo provincial y el municipio ya encararon la gestión de poder anexar al menos 1 hectárea más sobre los terrenos del Puerto Seco lindante al Parque.

Del mismo palo: condiciones para empresas y el personal

Los mendocinos a los que el sueño de ser parte del Silicon Valley se les hizo realidad toman con pinzas la pretensión de llegar a replicarlo que tracciona el proyecto TIC local. Como Diego Caliri, de Eventbrite (ex Eventioz), un ingeniero ya integrado a la meca de la informática y el software en San Francisco, Estados Unidos.

“Desde el punto de vista del proyecto en sí, puede haber puntos de contacto. Pero este tipo de complejos no solamente tiene que basarse en facilidades impositivas. Se necesita concentrar todo lo que tiene que ver con el desarrollo pleno de la industria del software dentro de él”, analiza Caliri, con esa mirada.

Más allá de facilidades fiscales que les concede la Provincia para radicarse, hay requisitos comunes innegociables que apuntan a fortalecer su perfil. Por ejemplo, los inversores que ya cuentan con terreno propio sólo pueden, en caso de decidir venderlo y no seguir, transferirlo a un comprador dispuesto a avanzar con una iniciativa similar. “No queremos que se convierta en un negocio inmobiliario”, coinciden sus impulsores, con el antecedente fresco de Arlink, que adquirió 2 parcelas pero desistió de hacer sus oficinas.

Los que tienen un camino recorrido en la actividad rescatan a la integración entre los pros y la ubicación del Parque entre los contras del conglomerado que empieza a arrancar en Godoy Cruz, sin contar con el desafío por delante de contar con suficiente oferta de personal calificado. Así lo ve al menos Federico Robbio, CFO de Belatrix Software, para quien “se trata de un proyecto excelente, encaminado en cuanto a los beneficios para radicarse, y que la academia, las empresas y el Gobierno estén unidos en esto es muy bueno. Pero no veo bien su ubicación, un tanto alejada de los centros urbanos. Hoy por hoy los chicos pueden elegir donde trabajar y priorizan eso luego de la jornada laboral para divertirse; nosotros empezamos en en Chacras y terminamos abriendo oficinas en el centro de la Ciudad”.

Belatrix hoy emplea a 200 personas en Mendoza, 60 en Buenos Aires y otras 230 en Lima, Perú, y acaba de poner un pie en Bogotá. Con esa proyección en el continente, sin duda la demanda de profesionales del software es todo un tema, incluso hasta el riesgo de llegar a un cuello de botella a nivel local.

“Debería fomentarse la generación de recursos humanos. La Provincia tiene escasez grande de recursos humanos calificados. Con muchas empresas nuevas y en la medida que el polo crezca habrá una gran competencia por la gente y hay que preverlo”, advierte Robbio.

En tal sentido, el llamado “Plan 111000” que impulsa la Nación aparece como un paraguas interesante. La meta es llegar al año 2020 con 100 mil profesionales, 10 mil ingenieros y 1 mil emprendedores en el desarrollo de distintas tecnologías.

Un modelo inspirador, adentro y afuera

Aunque intenta sus primeros pasos, el Parque TIC mendocino se convirtió rápidamente en el hermano mayor y modelo a seguir por al menos otras 6 provincias que van por proyectos similares. De hecho, Entre Ríos planifica el suyo en Paraná, como la Provincia de Buenos Aires en la localidad de Tandil y Córdoba en Río Cuarto; Posadas; la lista se completa con las iniciativas de Jujuy, Santa Fe y Corrientes.

Pero la influencia no es caprichosa. De hecho, Francisco Bravo, un experto mendocino del área de Vinculación de la UNC, además de haber sido parte del think-thank del Polo, se convirtió en asesor en materia de Parques Tecnológicos del Ministerio de Producción de la Nación, y como tal coordina los 7 Master Plan para los desarrollos en esos puntos del país.

Es que desde la Subsecretaria de Proyectos Tecnológicos, a cargo de Carlos Pallotti, toman al Polo TIC mendocino como un norte, tratándose del primero en su tipo en el país. “Hay un interés concreto de proyectarlo a nivel nacional, y varias provincias receptaron la iniciativa, para lo cual se necesita el master plan. El propósito es definitivamente fortalecer el sector TIC en Argentina”, explica Bravo.

A criterio del especialista, “el denominador común es una masa crítica de empresas y emprendedores, para avanzar hacia el modelo del Sillicon Valley. Falta mucho, pero los tiempos para llegar a eso se han acortado” afirma Bravo. Su mirada de especialista en el mundo de la tecnología informática rescata que “más allá de que los sectores productivos siguen teniendo peso en la economía, hay una transformación profunda de la matriz a escala internacional. El dato es que hoy por hoy dos tercios de la economía mundial corresponde a los servicios y eso no se puede ignorar”.

Belatrix cuenta con una oficina comercial en San Francisco (USA), en pleno distrito del Silicon Valley. Por eso, la comparación es inevitable.

“En Estados Unidos hay una fuerte disponibilidad de capital para las empresas, lo que en Argentina falta sobre todo para las tecnológicas; si bien hay algunas líneas y subsidios, es difícil acceder a financiamiento. En cambio, allá si el proyecto es bueno y viable se le facilita todo”, analiza Robbio, pensando en lo que hay y lo que falta para lograrlo en cuanto a asistencia.

En definitiva, la unión hace la fuerza. A criterio de Rodolfo Giro, “la sinergia es clave. El hecho de estar juntos fortalece el intercambio, además de convertirse el parque en un faro, una referencia ineludible a nivel regional. Para quienes vengan a Mendoza en busca de tecnología del software encontrará en el complejo una muestra de la madurez del sector”.

Para el coordinador del Parque, finalmente, no estamos lejos. “Hay diferencias estructurales grandes, pero Silicon empezó conceptualmente así más allá de ser un distrito y no un parque. Pero nació de un grupo de personas que viajaron, vieron otras experiencias y rescataron que se puede, a partir de la interacción con las universidades y el apoyo de políticas públicas”.

Miguel Angel Flores Isuani mfisuani70@gmail.com – Jornada on line