Como una gran encuesta que permite considerar la voluntad popular, ayer las elecciones primarias legislativas mostraron que las preferencias políticas se mantienen con pocas variantes en relación a cómo se votó en los últimos años, ratificándose que la mayoría de las adhesiones a nivel provincial fueron para el Frente Chaco Merece Más y Cambiemos, lo que es decir para el PJ y la UCR, con sus circunstanciales socios de cada comicio.
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Muy lejos, con menos del 5% de los sufragios emitidos, estuvieron el Partido Obrero y el Frente Grande, para hablar de las cuatro fuerzas mejor acomodadas entre las 11 que participaron ayer con 23 listas.
Con poco más del 65 por ciento de los votos computados el Frente Chaco Merece Más sumaba esta madrugada 154.792 votos equivalentes al 49.35% del total del sufragio emitido mientras que las tres listas de Cambiemos sumaban 106.675 sufragios que representaron el 34,01% ya con una tendencia con poco margen de oscilaciones que pudieran alterar ese cuadro de situación expresados en las urnas.
El Partido Obrero (Frente de Izquierda y los Trabajadores) volvió a mostrar su condición de tercer fuerza política provincial con 14.226 votos para su lista de candidatos y el 4,45% seguido de cerca por el Partido Frente Grande consiguió 10.151 adhesiones que representó el 3,18% de los votos. Con parciales seguían las listas de los partidos Frente Renovador UNA, Progresistas, Movimiento Independiente de Justicia y Dignidad, Ciudadanos a Gobernar, el Partido Nacionalista Constitucional, Proyecto y quedaría fuera de la competencia legislativa del 22 de agosto próximo el Partido Demócrata que no llegaba al 0,75 por ciento requerido por la ley electoral chaqueña.
Señales
En el oficialista Frente Chaco Merece Más el primer dato visible es que las diez listas que compitieron con la nómina oficialista son importantes porque representan cerca del 35 por ciento del total de los votos de esa coalición aunque salvo alguna excepción la mayoría no tiene apariciones en medios de comunicación.
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En el panorama volvió a ser llamativa la derrota del PJ en Resistencia, donde la intendencia está en manos de Jorge Capitanich, quien había llegado al cargo ya con una ajustada victoria en 2015- sobre el entonces candidato radical, Leandro Zdero, quien ayer quedó ungido como candidato a diputado provincial.
En la capital la primera parte del escrutinio mostraba una amplia ventaja para Cambiemos, de entre seis y ocho puntos porcentuales, pero la brecha se fue acortando mientras se desarrollaba el comicio, hasta abreviarse a dos puntos pasada la medianoche.
Más contundente fue la victoria de la UCR y sus aliados en el otro gran bastión del sector, Presidencia Roque Sáenz Peña, donde Carim Peche y el intendente Gerardo Cipolini volvieron a marcar la cancha. Pero en el resto de la provincia el papel de Cambiemos fue muy débil, salvo excepciones. Hasta en Barranqueras, pese al peso de la intendente Alicia Azula, el PJ ganó.
De ese modo, el peronismo repitió una vieja fórmula que le ha fallado pocas veces: compensar los malos resultados de las dos principales ciudades de la provincia con amplias ventajas en el resto de los municipios, cada una de ella modesta en valores absolutas pero conformadoras de una acumulación que acaba siendo como anoche- determinante.
Contexto extraño
Otro de los datos salientes de la jornada fue el evidente desinterés ciudadano en las elecciones, que se plasmó en una baja asistencia a las urnas (no hay datos oficiales pero se estima que el presentismo electoral estuvo por debajo del 60%, algo con pocos antecedentes en el Chaco) y en innumerables faltazos de presidentes de mesa, que complicaron y demoraron el inicio de los comicios.
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Jorge Capitanich con Emerenciano Sena, ayer en Casa de Gobierno. El intendente de Resistencia parecía contrariado por los resultados en su distrito.
La meteorología tampoco ayudó. En muchos barrios del Gran Resistencia y localidades del interior hubo serias dificultades para sortear calles y caminos repletos de lodo. Y, hay que decirlo, tampoco contribuyó el otro clima, el social, con una sucesión de tarifazos y aumentos de precios que castigan a los bolsillos populares y ante los cuales la ciudadanía no distingue entre responsabilidades nacionales y provinciales, porque intuye que ellas se entremezclan y hacen ilusorio pensar en un escenario de “buenos” y “malos”. En ese sentido, es probable que el votante promedio tenga tan presente el ajuste de la era macrista como los estropicios del kirchnerismo.
En definitiva, los resultados de ayer admiten múltiples lecturas, y es probable que más que perdedores y ganadores, haya dejado a un lote inmenso de dirigentes parados frente a una realidad que, detrás de los números, parece tener mensajes muy concretos para todos.
– Diario Norte