Las demoras fueron superadas y ahora se inicia el proceso para transformar el valioso edificio en un espacio integral.
Las dificultades para desalojar una persona, encargada del cuidado de la maquinaria y del material del ferrocarril, impidió el inicio en la fecha prevista del proyecto de refuncionalización de la histórica estación de trenes de Campo Quijano.
Ahora, resuelto el problema, se pone en el tapete la determinación de que el Tren a las Nubes vuelva a pasar por esta localidad, ubicada en el ingreso a la Quebrada del Toro. Todo dependerá del avance de obra dentro de los cálculos realizados en el proyecto.
La puesta en valor del predio ferroviario, que data de mediados del siglo pasado, prevé ampliar los espacios adyacentes e internos como restauración y transformación de la estación de trenes.
La inversión supera los 15 millones de pesos, financiados por el programa de Desarrollo Turístico Sustentable que tiene créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Según el plan, en la estación funcionarán oficinas del Tren a la Nubes y de agencias de turismo afincadas en la provincia.
«Esta demora no perjudicará la obra ni el proyecto original. Se atrasó el retiro de la maquinaria y los materiales de los galpones y de la propia estación dependiente del Ferrocarril Belgrano. La empresa encargada de la obra comenzará en estos días los primeros trabajos», contó Guillermo Bauch, responsable del área de Obras Públicas de la comuna. Para el 10 de enero estaba estipulado el comienzo de la obra, pero la salida del sereno la atrasó. «Ferrocarriles ya desalojó por completo el predio. Está cercado y listo para el inicio de la obra», dijo Bauch.
El proyecto
La vieja estación se constituirá en un polo cultural y turístico como parte del recorrido peatonal del pueblo de Campo Quijano. La restauración general y también del acceso principal, irá tomando forma para trasformar el depósito en desuso en una moderna y completa confitería.
También se restaurará el patio, con el armado de un local institucional y gran espacio semicubierto para la instalación de feriantes de la zona. Los muebles y objetos, como una caja fuerte, teléfonos antiguos y gabinete de boletos, ya se restauran para su exposición en el hall de la estación.
En cuestiones de seguridad, se dispondrá de barandas metálicas de cierre telescópico que permiten, en pocos minutos, cerrar o abrir el acceso a andenes, preservando así la vida de los visitantes en todo su recorrido. Todos los servicios llegarán en forma subterránea para evitar interferencias visuales.
Frente al edificio de la estación se creará un espacio para exposición de piezas ferroviarias, como museo al aire libre. Para el sector de acceso y plaza se colocarán farolas LED con columnas de hasta 6 metros de altura, como iluminación general tipo urbana.
El plazo de ejecución es de 12 meses corridos. No se descarta y las expectativas crecen para que el Tren a la Nubes pueda partir desde esta estación cargada de mucha y rica historia, ya que actualmente solo cubre el tramo entre San Antonio de los Cobres y La Polvorilla
– El Tribuno