El centro de Distrito Noroeste abrió ayer sus puertas más tarde porque no había llegado la custodia del edificio y temían por los arrebatos
custodiado. En el Distrito Noroeste un móvil policial suele vigilar el entorno para evitar que se produzcan robos.
La falta de un efectivo policial que garantizara la seguridad en el Centro Municipal de Distrito Noroeste Olga y Leticia Cossettini hizo que los trabajadores que cumplen allí sus tareas se negaran ayer a abrir la atención al público hasta que un uniformado se hizo presente. Desde el Sindicato de Empleados Municipales explicaron que existe un convenio con el municipio por el cual se habilita a suspender las actividades en casos en que las condiciones de seguridad no sean las adecuadas, tanto para los empleados como para los vecinos que se acerquen, y que por eso hubo colas en la puerta de 8 a 8.30, que es cuando se presentó un efectivo policial. Por su parte, el director del distrito remarcó que la demora fue de 15 minutos. La problemática dejó al desnudo un fenómeno: la inseguridad tienen en jaque la atención en los Centros de Distrito municipales.
A primera hora de la mañana de ayer en la puerta del Distrito Noroeste —ubicado en Provincias Unidas y Junín— se extendía una cola de personas que pretendían hacer trámites pero se encontraron con las puertas cerradas. El horario de atención comienza a las 8, pero a esa hora no había llegado al lugar el efectivo policial que debía custodiar el edificio.
Según explicó el director del Distrito, Fernando Leva, la custodia del edificio está a cargo de una empresa de seguridad privada que tiene dos vigiladores en el ingreso, uno en la sucursal del Banco Municipal que funciona en el mismo predio y otro en la esquina, donde funciona el centro de salud del distrito. También hay un móvil de la Guardia Urbana Municipal (GUM) apostado en la puerta. Y, además, siempre hay un efectivo policial por la mañana y otro por la tarde.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales, Antonio Ratner, señaló que la uniformada que suele cumplir adicionales allí entró ayer de licencia y que nadie se presentó hoy a las 8 para reemplazarla. «Por eso los trabajadores tomaron la decisión de no atender. Suelen sucederse hechos de inseguridad y lo que estamos haciendo es salvaguardar la integridad física de los que trabajan o van al distrito para realizar algún trámite», dijo Ratner, quien sostuvo que la atención no comenzó hasta las 8.30, cuando se hizo presente un policía.
Por su parte, Leva también se refirió al convenio que existe con el sindicato para garantizar que haya presencia policial en los distritos —la cantidad de efectivos depende de la peligrosidad de la zona—, y confirmó que la mujer policía que suele prestar servicios allí, entró de vacaciones el viernes último, y remarcó que el efectivo que debía presentarse ayer para reemplazarla se demoró 15 minutos en llegar, que fue el tiempo que el distrito estuvo cerrado.
Segunda vez
El pasado 16 de enero el Distrito Noroeste estuvo cerrado hasta el mediodía luego de que sus empleados decidieran restringir la atención al público para denunciar los robos y arrebatos que, según remarcaron, padecen casi a diario.
En ese contexto, los empleados municipales reclamaron la presencia policial de manera permanente en los horarios de entrada y salida del personal.
El reclamo por el que los trabajadores se constituyeron ese día en asamblea fue que si bien el edificio contaba con vigilancia privada, esos custodios no tenían la potestad para actuar frente a robos o situaciones de violencia que se producen en inmediaciones del edificio municipal.
La realidad del Distrito Noroeste no escapa a la de los cinco restantes, que también están custodiados por la Policía, la GUM y vigiladores privados.
El primero en recibir a miembros de la URII para la custodia fue el Centro Municipal de Distrito Oeste Felipe Moré, de Presidente Perón y 27 de Febrero, donde en la actualidad hay apostadas dos camionetas de la Policía en forma constante para cuidar el predio y los alrededores, porque suelen producirse arrebatos a la gente que va a pagar sus impuestos o circula por la zona en auto
por Lucía Demarchi – La Capital de Rosario