Tras idas y vueltas del oficialismo calingastino, un nuevo comunicado, conciliador; propone un camino alternativo para el mineral de Hualilán.
Del conflicto a la armonía en un fin de semana
Este lunes, el escenario dio un giro completo. Un nuevo comunicado -con participación del diputado Jorge Castañeda, de las cámaras CASEMICA y CAEMCA, de la Unión Vecinal y de la propia concejal Patricia Castillo que había firmado la nota anterior- relató un encuentro “cordial y cooperativo” realizado el sábado en Villa Calingasta.
Allí se planteó formalmente una ruta alternativa: cruzar por el puente actual y utilizar un bypass al oeste del río Los Patos para conectar con Ruta 149 por la zona de El Morado. “Esa traza funcionaría en forma provisoria hasta que el Gobierno provincial acondicione el camino del Puntudo, como el ministro (de Minería, Juan Pablo) Perea se comprometió a hacer con fondos provinciales”, dice el comunicado.
Los asistentes caminaron la zona propuesta y coincidieron en que el trayecto -de aproximadamente 1,5 km- es viable como solución transitoria para no atravesar el casco urbano.
El trasfondo del problema
El brusco giro en la narrativa política de Calingasta llamó la atención en el ecosistema minero y en el propio Gobierno. El viernes, el comunicado denunciaba destratos y tensiones. El lunes, los mismos actores firmaron un texto orientado al diálogo, la cooperación y la sustentabilidad económica del departamento.
Lo cierto es que detrás del cambio quedó expuesto el ruido interno dentro del oficialismo departamental, que atravesó desde versiones cruzadas hasta acusaciones de tono político en medio de una negociación técnica clave.
Lo que falta
A pesar del acuerdo local para impulsar la nueva ruta, aún falta una definición decisiva: la autorización de la autoridad minera, que debe validar la nueva traza propuesta como parte de los requerimientos ambientales exigidos a la empresa Challenger, que posee la mina de oro Hualilán.
El plazo para presentar el camino vence hoy, por lo que las próximas horas serán determinantes para saber si la solución consensuada en Calingasta se transforma en la traza oficial hacia Casposo.
Mientras tanto, Hualilán continúa con voladuras, extracción y acopio de mineral para ser llevado a la planta de procesamiento de Casposo donde serán convertidos en lingotes. El fin de semana dejó una certeza: en Calingasta, la política también juega su propia batalla en el delicado mapa del desarrollo minero

