Se realizaron diferentes presentaciones y notas a los organismos competentes
El empresario Jorge Muniagurria realizó una denuncia contra la municipalidad de Candelaria. El presidente de la firma J.M. S.A. indicó que «desde la comuna se está llevando adelante actos de atropello» hacia el trabajo que realiza la empresa de extracción y comercialización de arena, que tiene más de veinte años de trayectoria. Esto motivó el cierre del área de trabajo que la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) le otorgó en comodato a la compañía minera, tras ser relocalizada de su predio original por la suba del embalse de la represa a cota 83.
Esta suspensión se hizo efectiva el 15 de octubre pasado, y responde a un reclamo de la Municipalidad que les solicita un Estudio de impacto ambiental y Declaración Jurada de ventas realizadas, sobre la que el municipio aplica una tasa. Por ese motivo, Muniagurria no sólo envió sendas notas a la Municipalidad, sino también se presentó ante la justicia y remitió misivas a Asuntos Municipales del Ministerio de Gobierno de la Provincia, a fin de que se trate la cuestión.
En diálogo con El Territorio, el empresario explicó que el intendente de Candelaria, Carlos Flores, “me denunció ante la Entidad Binacional Yacyretá de que yo no cumplía con la firma del comodato por el cual ocupo el lugar donde tengo el depósito de arena. Yo soy un relocalizado de la EBY, pues mi actividad comencé sobre el arroyo Garupá, en el municipio de Garupá, en un terreno privado. Posteriormente, como era zona de obra, me trasladaron del lado de Candelaria”.
“Tuve varias veces requerimiento por parte de la EBY, lo cual demostré que yo cumplía con todo lo que exige el comodato”, explicó Muniagurria. Al tiempo que agrego: “Este año me volvió a denunciar, volví a presentar todas las pruebas. Posteriormente me hicieron una inspección donde me requieren estudio de impacto ambiental y lo que pago de tasa. Cabe destacar que la tasa municipal que me cobran es por industria pero el municipio no me presta ningún tipo de servicio o sea no tengo agua, no tengo luz, ni luminaria pública, menos cloacas por supuesto recolección de residuos, etcétera, etcétera”. Por ello, la misma empresa tuvo que autoabastecerse con paneles solares y básculas para suplir los faltantes.
Impacto ambiental
En tanto, con respecto al tema de impacto ambiental, Muniagurria aclaró que la ordenanza que se publicó en la comuna no cuenta con reglamentación. “Por tal motivo le presenté el certificado de impacto ambiental provincial y el estudio de impacto ambiental que presenté ante la provincia de Misiones como referencia, para dar cumplimiento. Siempre una normativa provincial está por encima de una ordenanza municipal”, recordó el empresario.
No obstante, la Municipalidad de Candelaria igualmente procedió a la clausura por supuesto incumplimiento, lo que Muniagurria catalogó como «un acto ilegal», puesto que «no hay una reglamentación publicada» y el municipio «no cuenta con carta orgánica propia», por lo que se rige en la actualidad por la Ley de Municipalidades.
Pese a los planteos realizados por la empresa, la Municipalidad de Candelaria persiste con la clausura del lugar “¿Quién va a querer ir a invertir en un municipio donde no tenés seguridad jurídica?”, concluyó Muniagurria