El objetivo del gobierno de Pablo Javkin de cerrar el año con la ordenanza de autonomía municipal sancionada comenzó a tomar cuerpo en el Concejo Municipal. El proyecto que el intendente presentó simbólicamente el 7 de octubre, como parte de la celebración del tricentenario de la ciudad, será formalmente ingresado para su tratamiento en comisión este jueves. Una vez que pasen las elecciones del 26, desde el 29 de octubre, todos los miércoles habrá reunión conjunta entre las comisiones de Labor Parlamentaria y de Gobierno, con la idea de acercar posiciones entre todos los bloques y emitir dictamen lo antes posible para su tratamiento en el recinto.

La presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, es quien pilotea el proceso y busca cumplir otro objetivo: no solo que la ordenanza sea aprobada, sino que además logre consenso unánime.

“Me puse a trabajar en eso desde el 7 de octubre y venimos muy bien”, dijo sobre el diálogo con los distintos sectores representados en el cuerpo legislativo local.

Por supuesto, la pretensión de unanimidad, ya expresada por Javkin cuando dio a conocer el proyecto, implica también que el oficialismo deberá mostrar flexibilidad y apertura para incorporar a la ordenanza miradas de los sectores opositores.

“Hay absoluta predisposición de la gran mayoría de los bloques para empezar a discutir el tema con celeridad y aportar algunas modificaciones”, sostuvo Schmuck ante una consulta de Rosario3.

Según la titular del cuerpo, por fuera del bloque de Unidos también hay “gran consenso desde el punto de vista político”. “En lo técnico —agregó— sí puede haber algunas modificaciones, pero hasta ahora los planteos son por cuestiones menores”.

En ese sentido, la concejala peronista Norma López planteó reparos porque entiende que en su parte dispositiva, el proyecto Javkin se adelanta a cuestiones que entiende deben quedar para la Asamblea Estatuyente que luego de 2027 redactará la Carta Orgánica de la ciudad autónoma.

Es que el proyecto del Ejecutivo fue planteado en dos tiempos, con efectos a corto y mediano plazo. Establece un conjunto de disposiciones en las que la autonomía se traducirá en cambios concretos que podrán aplicarse de manera inmediata, una vez promulgada la ordenanza. Pero, a la vez, abre el camino hacia una segunda instancia: la redacción de una Carta Orgánica propia, una especie de miniconstitución local. Un debate estatuyente que será amplio, complejo y —ojalá— participativo, mediante el cual la ciudad se dará la oportunidad de avanzar hacia un proceso autonómico profundo y transformador.

La Carta Orgánica, de acuerdo con la iniciativa, será redactada por una Convención Estatuyente, cuyos miembros se elegirán junto con los comicios de intendente y concejales de 2027.

La autonomía municipal, consagrada en la Constitución Nacional de 1994, es un viejo reclamo de Rosario que ahora podrá convertirse en realidad luego de la reforma de la Constitución santafesina, que entró en vigencia en septiembre pasado.

Primer y segundo tiempo

La iniciativa, tal como fue redactada, permitirá al municipio tomar en forma inmediata varias facultades que hasta ahora dependían del gobierno provincial. Entre ellas:

-Legislar sobre temas locales como arbolado público, disposición de vehículos abandonados, antenas y control ambiental.

-Administrar su economía con mayor independencia, fijando sus tributos, elaborando el presupuesto bajo reglas de responsabilidad fiscal y contrayendo deuda con aval del Concejo.

-Definir su política salarial a través de una paritaria municipal propia, sin depender de la paritaria provincial.

-Regular el uso del suelo y el planeamiento urbano, estableciendo sus propios indicadores y compensaciones por edificabilidad.

-Fortalecer la gestión metropolitana, coordinando políticas de transporte, ambiente y desarrollo con municipios y comunas del Gran Rosario.

Para la Carta Orgánica se reserva la definiición de la arquitectura institucional del municipio. De acuerdo al proyecto, allí se deberían resolver cuestiones como:

-La estructura de gobierno (por ejemplo si habrá viceintendencia o jefaturas políticas de distrito).

-El sistema electoral local, incluyendo la posibilidad de elegir concejales por distrito o mantener la lista general.

-Los mecanismos de participación directa (audiencias, consultas, presupuestos participativos, revocatorias).

-La organización de los órganos de control y el eventual establecimiento de un Tribunal de Cuentas local.

-Los principios éticos y de transparencia, como la ficha limpia o la regulación de conflictos de intereses.

Primeras críticas

La concejala Norma López entiende que el intendente, con la parte dispositiva de su proyecto, se anticipa a cuestiones que debería definir la Estatuyente, en un proceso que desde su punto de vista tendrá un nivel de participación que merecen definiciones como las facultades de endeudamiento, régimen de contratación municipal, regulación del empleo público. Y marca una contradicción: “Nosotros hace tiempo dijimos que la autonomía se podía sancionar por ordenanza y presentamos proyectos que el oficialismo se negó a tratar. Ahora pretenden votar justamente varias de esas cosas sobre las que nosotros hicimos nuestras propuestas”.

López cree que el apuro de Javkin tiene que ver directamente con que a fin de año el oficialismo se quedará sin su mayoría actual y busca evitar que esas discusiones queden para el proceso estatuyente.

La edila del peronismo no cuestiona el temario incluido en el proyecto de ordenanza sino los tiempos y, fundamentalmente, que se quite posibilidad de participar del debate, o de al menos parte del mismo, a la ciudadanía. Es en ese sentido que sus fichas están puestas en la Estatuyente