
El IERAL destaca a Mendoza entre todas las ciudades relevadas por su bajo impacto tributario sobre los bancos.
Según el estudio, que corresponde a este mes, en promedio las tasas municipales equivalen al 5,9% de los ingresos brutos de las entidades financieras, aunque en algunas ciudades llegan a superar el 7%, como en Rosario, Córdoba o La Matanza. Estas cargas, explica el informe, funcionan en la práctica como un impuesto encubierto que eleva los costos de los préstamos para familias y empresas.
En contraste, la Ciudad de Mendoza aplica una tasa efectiva de apenas 0,25%, una de las más bajas del país. Junto con Buenos Aires (donde directamente no existe este tributo), la capital mendocina se ubica entre los casos donde el impacto fiscal sobre la actividad bancaria es mínimo.
El informe advierte que las tasas municipales no siempre cumplen con los criterios legales establecidos por la Corte Suprema: deberían estar vinculadas a un servicio específico, ser proporcionales a su costo y destinarse exclusivamente a financiar ese servicio. En muchos municipios, dice el texto, esas condiciones no se respetan.
El resultado es un sistema altamente desigual y confuso, donde más de 2.000 municipios aplican reglas distintas. Esta situación aumenta los costos administrativos de los bancos y genera inseguridad jurídica, lo que termina impactando sobre el costo final del crédito.
Para dimensionar el efecto, el IERAL simuló un crédito productivo con una tasa del 35% sin impuestos. Al sumar los gravámenes provinciales y municipales, el costo sube al 42% promedio, es decir, un aumento del 20%. Pero en Mendoza, el incremento es mucho más moderado: el costo final llega al 38,5%, similar al de la Ciudad de Buenos Aires.
El estudio también analizó los créditos personales, que incluyen IVA. En ese caso, el costo financiero total en Mendoza es del 46,6%, mientras que en otras provincias supera el 51%.
Desde el IERAL remarcaron en el informe que «sin un replanteo profundo de la manera en que los municipios gravan la actividad bancaria es imposible que los bancos pongan a disposición de la producción y el consumo financiamiento a costos competitivos». Por eso, el organismo propone simplificar y homogeneizar las tasas entre municipios, y ajustar sus montos a los servicios efectivamente prestados.
Además, el informe señala que las tasas actuales generan una desventaja para los bancos con presencia física, ya que los operadores digitales, al no tener sede local, no pagan este tipo de tributos.