La iniciativa busca mejorar la estética urbana y reducir la contaminación visual de una ciudad con proyección turística.
Otro de los puntos destacados por la edil es que la medida favorecería la contratación de mano de obra y proveedores locales, impulsando la economía vinculada al sector.
Antecedentes y experiencias en otras ciudades
La iniciativa abre el debate sobre cómo proyectar las ciudades en clave turística y ambiental. Puerto Deseado, con su creciente perfil turístico y patrimonial, comienza ahora a transitar ese camino.
Especialistas en urbanismo coinciden en que el cableado subterráneo no solo aporta valor estético sino también seguridad y durabilidad. “Las ciudades que han avanzado con este tipo de políticas lograron reducir de manera notable las interrupciones en los servicios durante temporales y tormentas, a la vez que revalorizaron su espacio público”, señalaron técnicos del sector energético consultados.
En Argentina, ciudades como Bariloche y Ushuaia ya cuentan con ordenanzas que obligan a enterrar los tendidos eléctricos y de telecomunicaciones en áreas céntricas o turísticas. A nivel internacional, referentes como San Carlos de Bariloche han tomado como modelo lo que ocurre en destinos consolidados de Chile y Europa, donde el soterramiento de cables forma parte de los planes maestros de urbanismo