Se trata de un mineral clave para el futuro económico de Argentina, promete la generación de miles de puestos de trabajo e inversiones millonarias.
La industria minera en Argentina está experimentando un notable auge, impulsado por la creciente demanda global de minerales críticos esenciales para la transición energética y la electromovilidad. En este contexto, nos preguntamos: ¿Cuál es el mineral que proyecta las mayores inversiones en el país? Mientras el litio y el oro mantienen su relevancia, un actor silencioso tomó la delantera en el volumen de capital comprometido.
El cobre es el gran protagonista a la hora de hacer un recorrido por las principales inversiones del sector. Aunque Argentina posee el 7% de las reservas mundiales, aún no es un productor significativo, pero esto está a punto de cambiar.
Los proyectos de cobre requieren un capital considerable, con seis iniciativas avanzadas que se estiman en USD 20.000 millones. Se destacan:
- Josemaría (Lundin Mining y BHP): Con una inversión de USD 4.200 millones en San Juan, se espera que este proyecto produzca 150.000 toneladas anuales, con operaciones previstas para 2026.
- Filo del Sol (BHP y Lundin Mining): Parte de una inversión conjunta de USD 10.000 millones, este proyecto transfronterizo con Chile es clave para la futura producción cuprífera, con inicio estimado para 2028.
- Los Azules (McEwen Mining): Ubicado en San Juan, este proyecto aspira a ser uno de los mayores yacimientos de cobre del mundo, con una inversión proyectada de USD 2.600 millones y producción estimada para 2027.
En total, se proyectan inversiones de USD 4.608,4 millones en cobre, lo que representa el 49,47% del total de anuncios de inversión minera. Si bien la puesta en marcha de estos proyectos está prevista para 2026-2028, su impacto a mediano plazo será transformador.
La demanda global de cobre se intensificará, con proyecciones de escasez en todos los escenarios, lo que posiciona a Argentina para producir más de un millón de toneladas métricas anuales para 2035, generando exportaciones por USD 8.000 millones.
El «oro blanco» con perspectivas a largo plazo
El litio es fundamental para las baterías de vehículos eléctricos y los sistemas de almacenamiento de energías renovables. Argentina cuenta con el 21% de los recursos mundiales de litio, siendo el segundo país con mayores recursos y el cuarto productor global.
Las exportaciones de litio alcanzaron un récord de USD 835 millones en 2023, y se espera un aumento del 77% en la producción para 2025, gracias a nuevas operaciones en Salta y expansiones en Catamarca y Jujuy.
Proyectos clave como Centenario-Ratones (Eramet y Tsingshan, USD 770 millones) y Rincón (Rio Tinto, USD 2.700 millones) son ejemplos de esta tendencia. Las inversiones anunciadas en litio suman USD 3.382,5 millones, representando el 36,3% del total de las inversiones mineras. La reciente adquisición de Arcadium Lithium por Rio Tinto subraya el creciente interés en el litio argentino.
A pesar de una caída en los precios del litio (USD 10.000 por tonelada en 2024, frente a USD 80.000 en 2022), se anticipa una recuperación para el primer trimestre de 2025, con precios proyectados entre USD 20.000 y USD 35.000 por tonelada. La Agencia Internacional de Energía estima que la demanda global de litio podría multiplicarse hasta 42 veces para 2040, lo que garantiza su importancia estratégica a futuro.
Oro, consolidado pero con menor potencial
Se mantiene como el principal mineral exportado por Argentina, representando el 75% de las exportaciones mineras en 2023 (USD 3.141 millones en 2024). Las inversiones en exploración de oro crecieron un 84% en 2022, alcanzando los USD 173,6 millones.
Proyectos como Veladero (Barrick Gold, USD 628 millones para extender su vida útil) y Calcatreu (Patagonia Gold) son importantes, pero las inversiones anunciadas en oro son significativamente menores en comparación con el litio y el cobre (USD 1.293 millones).
Aunque los altos precios internacionales del oro compensan una caída proyectada en la producción, la falta de nuevas inversiones significativas podría llevar a un declive en los próximos años. El oro, si bien impulsa las exportaciones actuales, muestra un potencial de crecimiento limitado frente a los minerales críticos de la transición energética

