Mina de oro Gualcamayo: como no caminaba, achicaron la inversión para destrabar el ingreso al RIGI

Proyecto minero en San Juan

Minas Argentinas redujo su propuesta de inversión al RIGI. Quito del plan para Gualcamayo una inversión resistida por el Gobierno nacional.

Por Elizabeth Pérez

La mina de oro Gualcamayo, ubicada en San Juan redujo su pedido de ingreso al Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI) de 1.000 millones de dólares a 742 millones. La empresa que la controla -Minas Argentinas- decidió eliminar del plan la etapa de recuperación de oro de pilas lixiviadas para acelerar la aprobación oficial.

El beneficio del RIGI lo había solicitado en noviembre del año pasado, y siete meses después se decidió recortarle una fracción porque el plan original no caminaba ante los funcionarios del Ministerio de Economía de la Nación.

Los que retiraron es el sistema de lixiviación para producir oro y plata, destinado a recuperar el oro que quedó atrapado en las pilas lixiviadas de la vieja mina, que requería una inversión de 258 millones de dólares. La Nación era reticente a aprobarlo por ser de una mina vieja, mientras que el RIGI apunta a proyectos nuevos.

Para que ese plan no fuera un lastre para el resto de planes -principalmente el proyecto de explotar unos 3 millones de onzas de oro y otros metales de Carbonatos Profundos- una suerte de nueva mina, debajo de la mina subterránea agotada; la empresa prefirió resignar una de las etapas del plan de inversión. Ahora dicen que tienen expectativas de que el RIGI para Gualcamayo pisará el acelerador.

Qué se retiró del RIGI

Marcelo Agulles, desde la compañía minera, explicó a Tiempo de San Juan cuál es la etapa de inversión que se retiró finalmente del RIGI: “Gualcamayo era un proyecto en cierre, con un inventario de onzas muy menor. Después de fuertes inversiones en estudios técnicos, ampliamos esas reservas (con Certificación NI 43-101) a más de 300 mil onzas”.

Agregó que ellos consideran este paso como un proyecto nuevo, ya que se tenían que hacer inversiones en nueva ingeniería, nuevos procesos técnicos, reperfilamiento de taludes, planta de preparación de cal y cianuro, sistema de transporte de agua fresca y otras tareas. Para esas obras requerían una inversión de 258 millones de dólares.

Carbonatos Profundos, el nuevo eje

En junio pasado Minas Argentinas presentó un proyecto reformulado al Ministerio de Economía. “Este incluye el desarrollo y construcción de Carbonatos Profundos, la construcción de un parque de energía fotovoltaica y fuertes inversiones en exploración, planta de cales y gasoducto, entre otros”, explicó Agulles.

“No queremos que todo eso se demore por la falta de acuerdo en una fracción menor del plan de inversiones que presentamos. Fue por ello que decidimos retirar del proyecto original los capítulos que demoraban la aprobación, los cuales integrarán un nuevo proyecto RIGI, que presentaremos oportunamente”, indicó.

“En síntesis, hemos dejado en este proyecto únicamente las iniciativas vinculadas a los nuevos desarrollos mineros y más adelante iremos por los proyectos complementarios. Estamos avanzando de manera progresiva en ese trabajo y confiamos en que pronto habrá una aprobación del mismo”, añadió reflejando las expectativas que tienen a partir de este cambio.

El trasfondo empresarial y las tensiones

En setiembre del 2023 la empresa colombiana Mineros anunció la venta del 100% de su participación en la mina Gualcamayo y presentó al nuevo comprador, la empresa Eris LLC. Luego se conoció que en realidad se trata del holding Aisa Group que lidera el empresario español Juan José Retamero, el mismo que tiene contra las cuerdas a la cooperativa vitivinícola Fecovita.

La parte que se saca ahora del RIGI, que es la recuperación del oro que está en las pilas de lixiviación de la vieja mina, incluso fue motivo de controversias cuando Retamero compró la mina, según aseguran fuentes del sector. Incluso hubo hasta amenazas de denuncias que finalmente no se concretaron, pero sí se produjo el recambio de funcionarios, con la salida de uno de los gerenciadores de la mina, Mario Juárez. En ese momento quedó en la empresa Ricardo Martínez, quien ahora es director ejecutivo de Gualcamayo.

En noviembre del 2024 Gualcamayo ingresó al RIGI y es hasta ahora, aun con el recorte de inversión, el mayor monto de dinero comprometido bajo este sistema en toda la región.

Para desarrollar el proyecto Carbonatos Profundos planea una inversión de 485 millones de dólares. Según le anunciaron los directivos mineros al gobernador Marcelo Orrego, van a completar este 2025 el estudio de factibilidad e ingeniería que permitan definir un plan de producción y el posterior inicio de la construcción de la nueva mina subterránea, con un sistema de molienda y una planta de flotación con capacidad para entre 3.500 y 4.000 toneladas por día, es decir unas 120.000 onzas de oro anuales por al menos 17 años.

Prevén unos 1.000 puestos de trabajo durante la construcción y otros 400 durante la producción. El plan es presentar el Informe de Impacto Ambiental en el 2026 e iniciar la construcción de la nueva mina de Carbonatos Profundos para el 2027.

Pero además planean una inversión de 75 millones de dólares para la producción de cales industriales que requerirán la construcción de un gasoducto de Pocito a Jáchal; e incluso un parque solar para autoabastecer a la mina, por 37 millones de dólares

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