Tras décadas de abandono, el icónico Gran Hotel Villavicencio, un símbolo del lujo a los pies de la cordillera en Mendoza. En la actualidad reabre sus puertas para visitas guiadas, invitando a redescubrir su esplendor y su fascinante pasado.
El Gran Hotel Villavicencio en Mendoza reabre sus puertas tras décadas, invitando a un recorrido por su historia. Foto gentileza Mendoza Turismo.
Escondido en el imponente paisaje de Mendoza, el Gran Hotel Villavicencio, alguna vez fue un lugar de lujo para la elite argentina. Tras décadas de cierre y abandono volvió a ser accesible al público a través de visitas guiadas y permite a los visitantes una expriencia única. Además es un ícono de un agua mineral que lleva su nombre.
Hotel de lujo en Mendoza: qué pasó
Se inauguró en 1940, con una arquitectura de estilo normando, ubicado a 1.750 metros sobre el nivel del mar. Con su propuesta termal de baños de aguas curativas en cada una de sus 30 habitaciones era lugar elegido por presidentes, artistas y empresarios. Durante casi cuatro décadas, fue sinónimo de esplendor y un refugio para la alta sociedad.
En 1979 el Gran Hotel Villavicencio cerró sus puertas por cuestiones económicas, la pérdida de conectividad con Chile y la falta de inversión. Esos años de deterioro lo convirtieron en una postal desolada.

La historia del hotel también estuvo marcada por la tragedia. La zona fue testigo de dos accidentes aéreos: uno en 1935, antes de la construcción del hotel, que involucró al piloto Yrigoyen, y otro en 1962, ya con el hotel en funcionamiento, cuando un avión Beech B45 Mentor se estrelló. Las crónicas de la época relatan que los turistas hospedados en el hotel fueron testigos directos del accidente.
Hoy, 85 años después de aquella inauguración, el hotel inició una nueva etapa. Aunque no volvió a su función original como alojamiento, se puso en valor como un espacio cultural, histórico y turístico dentro de la Reserva Natural Villavicencio.
Cómo hay que hacer para visitar el Gran Hotel Villavicencio
Para visitarlo, los interesados deben adquirir una entrada a la Reserva Natural Villavicencio, que cuesta $17.500 para turistas argentinos y habilita a realizar trekkings en la zona y acceder al hotel.
Una vez allí, los visitantes pueden recorrer los salones, participar en visitas guiadas que narran el legado y admirar los detalles arquitectónicos que sobrevivieron al paso del tiempo. Es una propuesta que fusiona el pasado con el presente.

El Gran Hotel Villavicencio no solo es un punto de interés histórico; también se convirtió en escenario de eventos, actividades educativas y circuitos interpretativos. Ofrece una experiencia integral para quienes buscan conectar con la historia y el patrimonio de Mendoza.
Para llegar a la Reserva Natural Villavicencio hay que tomar la Ruta 52 hasta la altura del kilómetro 50. También se pueden contratar paquetes especiales con traslados incluidos desde la ciudad de Mendoza