Leticia Esteves, secretaria de Ambiente de la provincia, subrayó el compromiso de su gestión: “Nosotros estamos resolviendo los problemas, no haciendo circo”, afirmó en referencia al traslado de estos residuos hacia la empresa tratadora Indarsa, en Añelo. La funcionaria precisó que las tareas comenzaron tras una resolución firmada en octubre del año pasado, que autoriza el retiro de 210.000 m³ almacenados en el predio de Comarsa, ubicado en el Parque Industrial Oeste de Neuquén.
Un plan de traslado con objetivos concretos
El plan actual, presentado por Comarsa, tiene una duración de dos años e implica un retiro mínimo de 17.500 m³ cada dos meses. Sin embargo, este plan no incluye la gestión de los 31.000 m³ de residuos almacenados en Biopilas dentro del predio.
Además, la empresa está obligada a contratar un seguro de caución o similar para garantizar el cumplimiento de los plazos y condiciones aprobados por la resolución. La Subsecretaría de Ambiente de la provincia es la encargada de monitorear cada etapa del proceso. “La provincia no traslada nada. Lo hacen las empresas. Nosotros estamos controlando que se haga todo conforme a la ley, habilitándole los camiones y demás”, puntualizó Esteves.
La funcionaria también destacó que la resolución permite la remoción de residuos, pero no el cierre inmediato de la planta. “Una vez que saquen los residuos, vamos a analizar en qué situación queda ese terreno y qué hay que sanear para el cierre total de esa planta. Lo estamos haciendo por etapas”, aclaró.
Un plan fallido y el regreso a Añelo
En 2019, bajo la gestión de Omar Gutiérrez, se autorizó el traslado de 200.000 m³ de residuos mediante el Decreto N° 791/19. No obstante, aquel plan nunca se cumplió. Comarsa había renunciado previamente a un proyecto de biorremediación aprobado en 2018, tras detectar altos niveles de contaminación en los suelos, con un promedio del 15% de hidrocarburos y picos de hasta el 41% en algunas muestras. Esta situación derivó en la decisión de trasladar todo el material a un relleno de seguridad en Añelo, operado por Servicios Ambientales Neuquén SA (SAN).
El relleno, situado en una superficie de 200 hectáreas en las cercanías de Vaca Muerta, utiliza geomembranas y otros procedimientos para minimizar el riesgo de contaminación. Este cambio marcó el fin del acopio de residuos petroleros en las proximidades de la capital neuquina, un reclamo histórico de diversas organizaciones y sectores políticos.
Una deuda ambiental histórica
El pasivo ambiental de Comarsa representa casi el 30% de los recortes de perforación declarados por las operadoras en 2017, en pleno auge de la actividad hidrocarburífera. Los residuos incluyen materiales clasificados según la Ley 1875, como recortes a base agua (Y13), recortes a base aceite (Y14), fondos de tanque (Y19), lodos de perforación (Y20), barros de piletas API (Y21) y suelos contaminados con hidrocarburos (Y28).
Con la administración de Figueroa retomando esta agenda, se busca resolver un problema ambiental y sanitario de larga data. Aunque las tareas avanzan, el cumplimiento efectivo de los plazos y las condiciones será clave para garantizar que este plan no se sume a la lista de proyectos incumplidos en la provincia de Neuquén.
Foto: Fabián Ceballos