Con una inversión extranjera que alcanzó los 493,4 millones de dólares en 2024, la industria minera argentina ha experimentado un notable crecimiento, destacándose especialmente en el segmento del cobre. Este incremento posiciona al país en el sexto lugar del ranking mundial en presupuestos de exploración, superando a naciones como Perú y Brasil, y situándose detrás de potencias como Canadá, Australia, Estados Unidos, Chile y México.
San Juan lidera como la provincia con mayor atracción de capital extranjero, concentrando 268,6 millones de dólares, un incremento del 66,5% en comparación con 2023. Este impulso se debe a proyectos de gran escala como Los Azules, que tienen relevancia tanto a nivel nacional como internacional en el mercado del metal rojo.
No obstante, otros recursos minerales no corrieron con la misma suerte. Mientras el oro registró una leve caída del 1,2%, el litio sufrió una disminución más pronunciada del 9,2%, influenciada por la baja en su precio internacional. A pesar de estas reducciones, el litio sigue siendo un componente fundamental, manteniendo cifras productivas tres veces mayores a las del año pasado.
En el contexto regional, provincias como Catamarca, Salta y Jujuy registraron retrocesos en inversiones destinadas a la exploración de litio. Sin embargo, Salta logró captar la atención internacional gracias al anuncio de Rio Tinto de una mega inversión de 2.500 millones de dólares, lo que marca un hito para la industria local.
El informe también subraya el impacto positivo de la minería en las economías locales, con la generación de 3.823 empleos directos y 5.773 indirectos durante el año. La masa salarial del sector alcanzó los 91,2 millones de dólares, distribuyéndose significativamente en bienes, servicios, salarios e impuestos dentro de las provincias mineras.
No todo es optimismo. Gemera ha señalado desafíos pendientes para fortalecer el sector. Entre ellos, destaca la necesidad de un sistema similar al Registro de Inversiones Globales (RIGI) para agilizar la gestión de permisos y la evaluación de impactos ambientales. Además, urge una revisión de las retenciones de IVA que afectan a los proveedores mineros.
La mejora de la infraestructura minera y la actualización del catastro también aparecen como prioridades. Según expertos, estas acciones podrían garantizar un desarrollo sostenible, permitiendo a Argentina capitalizar plenamente su riqueza mineral.
Con el cierre del 2024, la minería argentina se consolida como un pilar estratégico para la economía nacional, dejando el desafío de mantener el ritmo de crecimiento y afianzar su competitividad en un mercado global cada vez más exigente