El ranking puede ser confuso o debería interpretarse ponderando un dato clave, que es que la mayor inversión de una minera, la surcoreana Posco, se volcó en el límite aún no definido entre Salta y Catamarca en el Salar del Hombre Muerto (hay un histórico diferendo limítrofe que debería resolver el Congreso). Por lo tanto, el proyecto de litio que desarrolla esa empresa, Sal de Oro, debería considerarse para las dos provincias. De hecho, formalmente así los definieron las legislaturas y gobernadores de ambos distritos en 2019, cuando se estableció que ese proyecto en particular debe tributar y pagar regalías en partes iguales en cada jurisdicción.
De todas maneras, el informe no especifica cuáles son las empresas inversoras sino que dan montos totales.
Para el análisis de las inversiones mineras, el organismo oficial utilizó como referencia estadística la base de datos que agrupa los resultados de las declaraciones juradas de la Ley de Inversiones Mineras. Las inversiones son clasificadas según tres grandes rubros generales: exploración, construcción y ampliación, y sostenimiento.
Las empresas inscriptas en el régimen promocional invirtieron un total de US$2.538 millones el año pasado fundamentalmente en cinco provincias. En exploración se volcó US$626 millones (24,7% del total); construcción y ampliación, US$ 1.431 millones (56,4% del total); y sostenimiento, US$481 millones (19% del total).
Del total de las inversiones efectuadas, los proyectos de litio realizaron el 74,5% (US$1.890 millones) seguido por los proyectos de oro con 20,5% (US$521 millones), los proyectos de rocas y minerales industriales con 3,1% (US$78 millones), los proyectos de cobre con 1,2% (US$29 millones) y, por último, los proyectos de plata con 0,8% (US$19 millones).
Las cinco provincias ya consolidadas con minería concentraron, naturalmente, el 98,6% de las inversiones. En los tres primeros puestos se encuentran Catamarca, Salta y Jujuy (esta provincia representó el 12,7% del total de inversiones, que llegaron a US$321 millones), en plena vinculación con la expansión de la industria del litio en estas provincias. Le siguen, en cuarto y quinto lugar, San Juan y Santa Cruz, ambas con un 10,7% (US$272 y US$271 millones, respectivamente), donde se encuentran las operaciones mineras auríferas más importantes. El resto de las provincias con actividad minera, que en total suman el 1,4%, están principalmente asociadas a minas del grupo de las rocas y minerales industriales, como áridos.
A nivel de la distribución de las inversiones dentro del territorio nacional, se observa que la actividad exploratoria se desarrolló en 10 provincias, pero con una marcada asimetría, donde el 95,5% de la inversión se realizó en proyectos ubicados en 4 provincias. Catamarca lideró el ranking con 48,6% del total (US$305 millones), en segundo lugar se ubicó Salta, con el 28,8% (US$180 millones). Le siguen San Juan con el 11,7% (US$73 millones) y Santa Cruz con el 6,4% del total (US$40 millones). El 4,5% (US$28 millones) restante se distribuye entre Jujuy, La Rioja, Río Negro, Neuquén, Buenos Aires y Córdoba.
La distribución geográfica de las inversiones en construcción y ampliación muestra una marcada concentración en tres provincias que juntas representan el 96,5% del total. En primer lugar se encuentra la provincia de Catamarca con 55,4% (US$792 millones) de la inversión realizada en su geografía, le siguen Salta con 22,3% (US$ 318 millones) y Jujuy con 18,9% (US$270 millones). EL TRIBUNO