Jaime Barrera
Varias municipalidades de la provincia lanzaron proyectos para la elección de constituyentes que trabajarán en la elaboración o la modificación de sus cartas orgánicas municipales. La figura del «viceintendente» y la adecuación de las normas de la comuna a la última reforma de la Constitución provincial, aparecen como los argumentos que esgrimen las iniciativas que empezaron a ingresar a los concejos deliberantes. La idea anticipa un amplio debate político en toda la provincia sobre los alcances de las modificaciones, el rol de los concejos deliberantes, los controles y la transparencia.
Mientras los municipios de El Carril y Chicoana avanzaron rápidamente hacia la aprobación, Quijano quedó atrapado en un debate lleno de oposiciones.
En El Carril, en menos de 24 horas, el Concejo Deliberante dio luz verde y el intendente Efraín Orozco promulgó la normativa.
Chicoana no se quedó atrás y también logró aprobar y promulgar el proyecto en un plazo razonable. Sin embargo, en Quijano, el panorama fue distinto.
La discusión en el Concejo Deliberante de Campo Quijano estuvo marcada por ásperos enfrentamientos entre ediles que parecían más enfocados en trabar el tratamiento. La falta de consenso retrasó un proyecto fundamental que buscaba establecer una base normativa moderna y adecuada a la realidad de una comunidad que ya supera los 23.200 habitantes. «La oposición responde a intereses ajenos al bienestar común», señaló el intendente Lino Yonar, quien destacó que una carta orgánica permitiría gestionar de forma eficiente el crecimiento demográfico, el desarrollo económico y la planificación urbana.
A pesar de estas resistencias, Yonar expresó su compromiso con la iniciativa, subrayando que la carta orgánica no solo es necesaria, sino que es clave para garantizar un futuro sostenible. Mientras otros municipios avanzan con determinación, Campo Quijano aún lucha contra divisiones internas. «Es hora de dejar de lado las disputas partidarias y centrarnos en el beneficio de nuestra gente», concluyó el intendente, confiando en que el proyecto, tarde o temprano, superará los obstáculos políticos.
El intendente Lino Yonar subrayó la importancia de contar con una carta orgánica que permitirá el progreso de manera ordenada y garantizar un futuro sostenible para sus habitantes. «Es el momento de dar este salto cualitativo», afirmó Yonar en rueda de prensa. Una de las preocupaciones centrales del proyecto es evitar el crecimiento desorganizado que ha afectado a Campo Quijano en los últimos años.
El Concejo Deliberante de Quijano finalmente aprobó el proyecto de Carta Orgánica Municipal, pero no sin enfrentar una fuerte división política. La votación dejó en evidencia las tensiones internas: mientras que Patricio Suárez y Raquel Geron votaron a favor, Mirta Copa y Lorena Torres se opusieron, argumentando motivos que varios calificaron como alejados de las necesidades reales.
En medio del debate, dos concejales, Lupi Cruz y Nicolás Montero, optaron por abstenerse, evitando tomar una posición clara sobre un tema importante para el desarrollo del municipio. Ante el empate en la votación, el presidente del Concejo, Pablo Orosco, fue quien desempató a favor del proyecto, permitiendo que la iniciativa avanzara.
Los argumentos sobre el control en la comuna
La carta orgánica municipal es mucho más eficiente que la ley de municipalidades, argumentan desde la promoción de los cambios.
Esta herramienta, aseguran, ofrece una herramienta precisa para controlar la administración de recursos, impulsar la transparencia y garantizar un crecimiento ordenado del municipio, sentando bases firmes para el progreso a largo plazo.
En contraste con la Ley de Municipalidades, la carta orgánica dota al municipio de «autonomía normativa». Esto implica que la propia ciudadanía—conformada por profesionales, comerciantes, y representantes de distintos sectores—pueda participar activamente en la redacción de una normativa que refleje una visión colectiva de organización.
Además, esta herramienta legal busca fortalecer la rendición de cuentas, estableciendo mecanismos de control más estrictos sobre la gestión de los intendentes y demás autoridades