(ADN).- En Río Negro, la medida tendrá un impacto directo en los municipios que tienen el tributo, como por ejemplo Cipolletti.
Una de las obsesiones de Economía es hacer que se noten los resultados de la estabilización. La semana pasada, Caputo dijo: “tenemos que empezar a crecer para devolverle esa plata a la gente en baja de impuestos”. Si bien este capítulo no contempla la reducción puntual de un tributo, sí busca evitar el cobro de recargos que los municipios aplican en un consumo transversal a personas y empresas.
“Ya tienen todo preparado para presentar la denuncia”, describió una fuente del sector privado al diario La Nación ayer, y ratificó la acción gubernamental por venir.
El argumento judicial que evalúa utilizar el equipo legal del Ministerio de Economía es el de la doble imposición. Este concepto hace alusión a la situación en la que una renta o un bien están sujetos al menos dos veces al mismo impuesto. En el caso del combustible, esta yuxtaposición tributaria se ocasiona con el impuesto a los combustibles y la tasa vial, cuyo nombre puede variar según el municipio, pero suelen acompañar al ticket de la nafta o del gasoil que imprimen las estaciones de servicio.
De acuerdo con datos de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), los municipios recaudaron $1300 millones entre enero y julio a través de estas tasas, que encarecen un 2% el ticket final por la carga de combustible, en promedio.
El presidente de la entidad, Isabelino Rodríguez, sostuvo que “los municipios por una avidez recaudatoria generan pseudotasas en las que involucran el consumo de combustibles en cuestiones que son engaña pichanga”. Explicó que las comunas aplican tasas por uso de caminos y el mantenimiento de rutas a través de algo que ya tiene un gravamen que les genera ingresos