En una cumbre cargada de hermetismo, mandatarios provinciales, tanto opositores como aliados, analizaron el Presupuesto 2025 de Javier Milei. Con fuertes reclamos sobre obra pública y el pacto fiscal, los gobernadores se preparan para jugar un rol clave en su aprobación.
Gobernadores de diversos partidos se reunieron este jueves en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) con el objetivo de unificar posiciones y pulir el Presupuesto 2025 enviado por Javier Milei al Congreso. La mayoría de los jefes provinciales que participaron lo hicieron a la distancia, aunque algunos estuvieron presentes en el recinto.
Los dirigentes que asistieron al edificio ubicado en la calle San Martín son Axel Kicillof (Buenos Aires), Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur) e Ignacio «Nacho» Torres (Chubut). En tanto, disertaron vía Zoom Martín Llaryora (Córdoba) y Sergio Ziliotto (La Pampa), entre otros.
Según reconstruyó Ámbito, había versiones cruzadas sobre la organización de la cumbre, que se dio en un marco de importante hermetismo. Desde la órbita de un puñado de mandatarios sindicaban que la convocatoria fue cursada por el CFI con el objetivo de discutir cuestiones logísticas de los distritos y, además, dialogar sobre «la ley de leyes» girada por el oficialismo.
Sin embargo, en la institución se despegaban del evento y le pasaban la pelota a los gobernadores, aduciendo que fueron ellos quienes pidieron permiso para usar las instalaciones. En la misma línea, otras voces apuntaron a que el armador del cónclave fue el chubutense Torres, versión que descartaban desde su órbita.
Antes del mitín, el fueguino Melella acudió a la Casa Rosada donde, según trascendió, mantuvo un encuentro con Santiago Caputo. Lo propio hizo también Alberto Weretilneck (Río Negro), quien se reunió con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, previo paso a regresar a su provincia.
El dato es que ninguno de esos dos líderes había sido convocado por Milei para hablar personalmente, como si ocurrió con sus pares del PRO, del radicalismo y del peronismo díscolo.
Presupuesto 2025: gobernadores se reunieron en el CFI
En suma, se trató de una reunión transversal, que contó tanto con gobernadores opositores como con aliados y dialoguistas.
Como contó Ámbito, los jefes provinciales serán clave para la aprobación del Presupuesto 2025. Esta semana, la presión de la Casa Rosada sobre las provincias hizo fracasar la sesión en la Cámara de Diputados impulsada por la oposición para modificar la ley que reglamenta el uso de los DNU.
Tras recibir a mandatarios provincialistas, del PRO y de la UCR por separado, Javier Milei logró dar por tierra con el avance del peronismo y se anotó un nuevo triunfo legislativo. Ahora, los mandatarios esperan una moneda de cambio que plasme en el proyecto de ley.
Obra pública, cajas previsionales, energía, transporte y deudas por el pacto fiscal del 2017 son algunos de los principales reclamos que los mandatarios comparten de manera transversal y que le trasladaron a la gestión libertaria en las últimas semanas. Buscan que algunos de esos ítems se plasmen en el Presupuesto 2025.
El giro diplomático de Javier Milei y la división de las ligas
En su estrategia, el Presidente fue efectivo al fragmentar a las ligas provinciales. No solo que desgranó a Juntos por el Cambio (JxC) al recibir por separado a sus caciques, sino que también talló en la interna del peronsimo, propiciando la fuga de Osvaldo Jaldo (Tucumán) de Unión por la Patria (UP) y alejando, también, al catamarqueño Raúl Jalil.
Símil escenario se dio con los provincialismos que hasta el año pasado formaban parte de la alianza celeste. Gustavo Sáenz (Salta), Hugo Passalacqua (Misiones) y Alberto Weretilneck (Río Negro) habían jugado sus fichas por Sergio Massa en las elecciones del 2023. Hoy se muestran refractarios al armado peronista.
En el oficialismo esperan granjearse los apoyos de los parlamentarios de esos distritos y apuntalar el Presupuesto 2025 para cerrar un año positivo en el Congreso, donde, con escasas estructuras, La Libertad Avanza (LLA) logró aprobar la ley Bases y sostener el Mega DNU y los vetos a la ley de Financiamiento Universitario, a la reforma jubilatoria.
Así las cosas, el Gobierno negocia ahora desde una posición de fortaleza, tras encadenar varias semanas positivas. Por el contrario, la oposición se atomiza más al calor de la interna en el justicialismo y de la condena a Cristina Kirchner. Para las provincias, el debate por el Presupuesto es una de las últimas posibilidades para arrebatarle fondos a la gestión libertaria