A pesar de la buena intención de las autoridades, el esfuerzo de los trabajadores y la paciencia de las empresas, Puerto Deseado atraviesa una de las peores temporadas de descargas de las últimas décadas, pero además la operatividad portuaria pone en vilo a otros sectores productivos. Hay reuniones pero pocos avances. “Hoy, con esta actualidad, Puerto Deseado no es atractivo”, aseguran algunos funcionarios.
En las últimas horas, la capital santacruceña fue sede, nuevamente, de una reunión encabezada por autoridades del gobierno provincial, donde participaron el diputado por el municipio de Puerto Deseado, Santiago Aberastain, además de representantes de la estiba, tanto de STIA, como del SOMU. Vale la pena mencionar que las diferencias entre las empresas y los trabajadores, han encrudecido durante la segunda mitad de año, lo que generó la peor temporada en décadas en lo que refiere a la descarga de langostinos, mismo camino que toma la centolla por estas horas.
El puerto de Puerto Deseado, es el principal punto de exportación de la provincia de Santa Cruz y un núcleo vital para la pesca y otras industrias. En la actualidad, y desde hace varios meses, atraviesa una grave crisis que amenaza la estabilidad de su actividad económica y comercial. Este punto estratégico para la salida de productos esenciales como carne ovina, lana, pescados y mariscos, y la producción minera, está viendo cómo los recurrentes conflictos del sindicato de estibadores, han espantado inversiones y socavado la confianza de las empresas en el Puerto.
En esta ocasión, fue el buque portacontenedores Varamo, de la compañía global Maersk, el que se convirtió en el protagonista de un nuevo episodio de tensiones sindicales. La nave, tras descargar solo 64 contenedores vacíos en la noche del domingo 10 de noviembre, fue forzada a partir sin completar sus operaciones debido a la negativa de los trabajadores de la estiba a continuar con las labores de descarga, a pesar de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.
Ante este panorama, las autoridades provinciales y municipales, han mantenido un contacto fluido entre las partes para conocer en profundidad la problemática y monitorear el conflicto respecto a la operatoria en el puerto de Puerto Deseado y la naviera Maersk. Para el diputado por el municipio Santiago Aberastain “la situación requiere el mayor de nuestros compromisos, y es por eso que me encuentro hablando con autoridades y trabajadores a fin de sostener el diálogo que nos permita arribar a soluciones”.
Los reclamos sindicales van desde un aumento salarial que no ha logrado negociar desde julio, hasta el pago de “lucro cesante” por las operaciones desviadas a otros puertos y el cumplimiento del “Fondo de Asistencia al Sector Pesquero”, solicitado en septiembre y que el Gobierno provincial se comprometió a abonar en octubre, aunque el método empleado para hacer valer estas demandas ha desvirtuado los principios de la negociación sindical y convierte al gremio en un factor de bloqueo que ahuyenta el trabajo genuino de la región.
En este sentido, Aberastain expresó con preocupación que “es un problema multicausal, de mucho tiempo, que es la intransigencia de las partes. Las empresas ya no quieren ceder, los sindicatos llegado el momento tampoco, y cuando todos se ponen en esa posición termina perdiendo Puerto Deseado, porque no es recurso único, entonces los demás puertos terminan siendo más atractivos. Es un tema complejo”.
Tiempo Sur