Comienza una negociación clave entre YPF y Mendoza por las áreas maduras

YPF presentó la oferta de traspaso de las áreas más sensibles de la provincia, en el marco del plan Andes. El Gobierno analizará la propuesta, que incluye prórrogas de concesiones. Los antecedentes.

El CEO de YPF Horacio Marín, la ministra de Energía Jimena Latorre y el gobernador Alfredo Cornejo. Foto: Prensa Gobierno de Mendoza
Pablo Icardi

Se acerca fin de año, pero en Mendoza recién comienza una etapa clave para la actividad petrolera. La empresa YPF hizo oficial el pedido de traspaso del bloque de áreas maduras Mendoza Norte del que se desprenderá e incluye algunas de los yacimientos más grandes y antiguos de la Provincia.

La petrolera estatal busca darle las áreas a la empresa Petróleos Sudamericanos, una Pyme que no tiene presencia en Mendoza, tras varias idas y vueltas. El cambio es complejo, pues implica un análisis de la solidez del nuevo operador y también un pedido de prórroga de las concesiones. Por eso el proceso no será rápido. Ahora la decisión está del lado del Estado, que debe evaluar esa propuesta y admitir o no el traspaso de los activos y las obligaciones contractuales. Detrás quedaron otras ofertas que había de parte de otras operadoras, como Petrolera Aconcagua.

El área Barrancas es una de las que será traspasada.

En el sector había preocupación, pues el 31 de octubre venció el acuerdo de «paz social» que había firmado YPF con las empresas de servicios y los gremios. El acuerdo incluía el pago de sueldos, aún sin prestar servicios. Según explicaron de manera extraoficial a MDZ, hubo un pedido de prórroga de ese pacto hasta mediados de enero. La duda es cuál será el impacto en el empleo del sector, pues las áreas en disputa son las que más mano de obra demandaban. El plan presentado por las empresas no incluye cláusulas de mantenimiento de puestos de trabajo pues eso se ajusta el esquema de trabajo de la nueva operadora.

En el Gobierno analizan las propuestas y tienen expectativas en que el traspaso de áreas al menos sirva para amenguar el decline de producción de las áreas maduras en las que YPF ya no tenía  interés y, de hecho, había bajado la inversión de manera sostenida desde hace años.

El plan

YPF busca desprenderse de todos los activos petroleros que no son rentables para su escala de negocio; en particular las llamadas áreas maduras. Mendoza es la provincia más afectada por ese plan, bautizado como Andes, pues la petrolera estatal dejará 14 áreas en 3 bloques. Hasta ahora se habían presentado los planes de traspaso para los bloques Llancanelo, que podría quedar en manos de Petroquímica Comodoro Rivadavia, Mendoza Sur (que tiene como postulante a UTE Quintana Energy y TSB) y a fines de octubre YPF presentó el plan para el traspaso de Mendoza Norte, presentando como oferente a Petróleos Sudamericanos.

Ese bloque incluye las áreas Barrancas, Rio Tunuyán, Ceferino, Mesa Verde, La Ventana y Vizcacheras. En total comprenden 1911 kilómetros cuadrados de superficie y rodean al Gran Mendoza. Según YPF producía 11.725 barriles diarios de petróleo, pero tienen una alta complejidad por la madurez. En Barrancas, La Ventana y Vizcacheras, por ejemplo, hay una altísima proporción de agua: se extrae un 95% de agua y un 5% de petróleo. Aún así creen que tiene futuro la explotación.

La Provincia recibió la documentación en dos partes. En total son cerca de 1000 hojas en las que se detalla el plan. El primer tamiz que debe pasar esa propuesta es el de la solidez técnica, económica y financiera. Por eso se analizarán los balances de Petróleos Sudamericanos, las garantías y hasta el plantel profesional. Pero no es el único filtro.

Las áreas tienen vencimientos cercanos. Por eso para el traspaso es fundamental que se habilite una prórroga. Allí entran en juego otras variables clave, principalmente las inversiones exigidas. El Estado exigió un plan de inversiones mínimas de 58 millones de dólares para las áreas de Mendoza Norte. En el Gobierno aseguran que la exigencia está ajustada a lo posible para explotar las áreas y garantizar la rentabilidad de las empresas. La nueva operadora hereda, además de los permisos, las obligaciones contractuales y ambientales que tiene YPF como actual concesionario. Por eso el hilado fino es relevante. Es que se trata de áreas antiguas que arrastran pasivos ambientales saneados y en proceso de saneamiento, pero también muchas instalaciones que requieren mantenimiento y monitoreo. Las negociaciones formales e informales tuvieron momentos de tensión. Incluso, como reveló MDZ, cuando aparecieron pasivos ambientales nuevos en el área Barrancas.

YPF busca concentrar sus inversiones en las áreas que son rentables para su escala de negocios. En principal objetivo es aprovechar al máximo el potencial de la formación Vaca Muerta, es decir el petróleo y el gas no convencional. En Mendoza la empresa desarrolla un plan piloto que en 2025 tendrá una segunda etapa. Pero además la petrolera estatal potenciará el proyecto de recuperación terciaria en Chachahuén, un área que con esa técnica mejoró fuertemente la producción

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