La municipalidad elevó hasta un 1.000% un tributo que fue creado el año pasado y disparó su costo hasta casi 92 millones de pesos. ACIPAN pide participar del debate por la tarifaria 2025 que comenzará en semanas.
Para explicar correctamente cómo fue que el municipio terminó fijando una tasa que llega a 91,8 millones de pesos, comenzaremos por el principio del caso, allá por marzo de este año cuando Nación pasó la motosierra a los gastos de todo el país.
En ese recorte quedaron “afuera” tanto los aportes para el sistema público de pasajeros que se buscaron reemplazar con un recargo en el precio de los combustibles, pero también hubo otros recortes como el destinado al desarrollo de los proyectos urbanísticos como el que Neuquén lleva adelante en la zona de la meseta y las tomas.
Sin fondos para realizar esos loteos y regularizaciones, en marzo entró al Concejo Deliberante una reforma de la ordenanza Tarifaria del año que contemplaba una suba estrepitosa de una tasa que el año pasado se creó y que casi había pasado inadvertida: la tasa de Contribución Forestal y Habitacional.
“Antes del recorte de los fondos que hizo Milei desde Acipan habíamos dado el visto bueno para que se actualice esa tasa por inflación, que estamos hablando de algo ya de por sí alto, del 230%”, explicó el presidente de la Cámara de Comercio de Neuquén (Acipan) y de la Federación de Cámaras Energéticas de Neuquén (Fecene), Daniel González.
Sin embargo, tras el paso de la motosierra, la propuesta de aumento de esta tasa y otras más como la de residuos voluminosos se multiplicaba muchas veces más.
“Era tan fuerte el aumento que había empresas que directamente se iban a fundir, porque son empresas que tienen una rentabilidad del 4 ó 5%, y entre esta tasa y licencia comercial se les pedía el 5 ó 6% de la facturación”, indicó González.
El debate terminó recién de saldarse la semana pasada cuando el Concejo Deliberante aprobó los nuevos parámetros que si bien llegan al 1000% de aumento en algunos casos, se redujo el universo de comercios que los pagan y entre ellos se generó una escala.
“Con estos cambios que nos llevaron meses de peleas, quedó en 211 la cantidad de comercios y empresas que van a estar pagando esta tasa”, indicó González y detalló que además “la gran mayoría quedaron en el escalón más bajo”, siendo efectivamente casi la mitad, 105 firmas.
Hasta el momento, el municipio cobraba a los comercios el equivalente al 1% de la facturación que tuvieron el año previo en concepto de licencia comercial y un 25% de ese cargo por la tasa de Forestal y Habitacional.
Pero desde ahora, la licencia comercial se elevó al 1,2% para los comercios que no pagan la tasa y la tasa en cuestión para los que la abonan parte del 30% para los comercios que hayan facturado más de 1.600 millones de pesos, y llega hasta el 85% en el caso de los que pasaron la barrera de los 10.800 millones de pesos.
En este último escalón son 28 las empresas que deberán hacer frente a un tributo de nada menos que 91,8 millones de pesos, pero que además verán un incremento mayor en el pago de la licencia comercial, haciendo que en conjunto el pago llegue al 2,5%, es decir a un total de 270 millones de pesos por las dos tasas que además se abonan en una misma factura.
“En su mayoría son empresas petroleras, empresas de servicios especiales del petróleo incluyendo algunas que son neuquinas y también entran acá las grandes superficies, es decir los hipermercados”, señaló González.
Petroleras de Vaca Muerta amenazan con mudarse
La disparada de la tasa generó malestar entre las empresas vinculadas a Vaca Muerta, desde donde no se dudó en señalar que “para nosotros es un nuevo impuesto, algo que va en contra de la tan nombrada estabilidad fiscal de la que habla Neuquén como incentivo para Vaca Muerta”.
Según fuentes del sector, desde la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos (CEPH), la entidad que nuclea a las petroleras, se está elaborando un posicionamiento para cuestionar lo que consideran como un “cambio de reglas”.
En tanto que desde la CEOPE, que representa a las firmas de servicos especiales, en su mayoría extranjeras, también se cuestionó el aumento de hasta el 1.000% en la tasa y se señaló que en su sector son varias las firmas que ya analizan mudarse.
Es que, a diferencia de lo que sucede con los comercios y más aún con los hipermercados, las empresas vinculadas al sector petrolero suelen alquilar sus sedes y no encuentran grandes cambios entre tener las oficinas en Neuquén o en Centenario, por citar un ejemplo.
“Lo que va a pasar ahora es que se van a poner a estudiar en dónde conviene tener las oficinas, porque es una diferencia enorme esta tasa”, indicó González.
Este tipo de éxodo empresario por la disparada de tasas no es nuevo en Neuquén. Algo similar sucedió hace más de una década con las flotas de vehículos luego de que el Deliberante aprobara un incremento en la alícuota de patentes de rodados que sigue vigente hasta el día de hoy.
Pero además, a excepción de las firmas que cuentan con edificios propios, son varias las empresas que vienen siendo tentadas con los nuevos parques industriales que se están abriendo en la región, incluso en la margen rionegrina.
El titular de Acipan y Fecene remarcó que “le estamos pidiendo desde ahora mismo al Concejo Deliberante que nos dejen ser parte desde el día 1 del debate por la tarifaria del año que viene, para evitar este tipo de cosas”.
Y recordó que “en octubre tiene que empezar a debatirse y esperamos ser parte porque el compromiso que nos dieron es que esta tasa no se vuelva a cobrar el año que viene”.
Mientras desde el sector comercial se advirtió que “la bonanza de Vaca Muerta es importante pero con esta nueva tasa el total de la boleta de la licencia comercial se va al 2,5% de la facturación”, también se cuestionó el no recorte de gastos realizado por la comuna.
“Entendemos que les recortaron los fondos, y buscan compensar, pero evidentemente van por más impuestos y no por bajar gastos, como no hacer la Fiesta de la Confluencia”, remarcaron.
Desde la comuna, el secretario de Finanzas, Fernando Schpoliansky, destacó que “tuvimos que buscar una fuente alternativa de financiamiento para continuar con los loteos y la regularización de asentamientos y la buscamos entre los que más capacidad contributiva tienen porque sobre 13.000 licencias comerciales que hay en la ciudad, solo la van a pagar 211 empresas”.
Y remarcó que «esta es una política de redistribución para los sectores más vulnerables, con el acceso a la tierra que es muy difícil en Neuquén y que hizo que desde hace 4 años no se den nuevas tomas”