“Yo no vine a guiar corderos, sino a despertar leones. Si no lo han visto, o no lo quieren ver, los leones han despertado”, dijo.
El pasaje fue la réplica al planteo que los 23 gobernadores hicieron en forma unánime el martes, desde el Consejo Federal de Inversiones, que enmarcaron en el debate por el Presupuesto para anticipar que las provincias “buscarán los instrumentos adecuados para poder afrontar sus responsabilidades, tal como establece la Constitución Nacional, con los recursos correspondientes”.
El aviso fue acompañado con el pedido de que la Nación se ponga al día con lo que consideran incumplimientos: financiamiento para obra pública, caída de las transferencias corrientes, deudas con las cajas previsionales no transferidas.
Entre esos reproches se destacó el referido al Fondo Compensador del Transporte, que “se financia en forma específica a través del Impuesto a los Combustibles y que, sin embargo, se ha interrumpido”. Aunque prescindan de la retórica bélica presidencial, los mandatarios marcaron un robo: la Casa Rosada se queda con toda la recaudación que debería compartir con las provincias y lo administra a discreción.
De tal manera, la discusión por el Presupuesto del año que viene devuelve la tensión que signó el largo derrotero de la Ley Bases y el Paquete Fiscal: cómo se repartirá el esfuerzo del ajuste entre la Nación y las provincias.
La gran pregunta es cómo responderán los gobernadores al planteo de Milei, porque la restricción de las transferencias por fuera de la coparticipación a las provincias es uno de los componentes principales del ajuste que el Presidente atribuye exclusivamente a la Nación.
La gestión política de los mandatarios sobre sus brazos en el Congreso fue central para destrabar la Ley Bases y nada ha cambiado tanto como para suponer que no lo será para el Presupuesto, mucho más después de esta exigencia presidencial.
La admonición de Milei a los legisladores nacionales bien podría trasladarse a los mandatarios.
“Hay dos opciones: hacer lo contrario que venimos haciendo y dejar todo como está, en el sistema putrefacto. Será la ciudadanía quien los coloque en la avenida de los justos o en la esquina de las ratas miserables que apostaron contra el país y su gente”