Cuatro expertos debaten sobre cuáles son los desafíos y oportunidades que enfrenta la industria, entre la implementación del RIGI, la necesidad de mejorar la infraestructura y las expectativas económ
La minería se está consolidando como el tercer motor económico de Argentina, con un potencial enorme para contribuir al desarrollo sostenible del país. Sin embargo, para que este potencial se materialice, es necesario superar desafíos importantes, como la mejora de la infraestructura, la implementación efectiva del RIGI, y la creación de un marco regulatorio que apoye la inversión y el crecimiento del sector.
Es que con el apoyo adecuado y las reformas necesarias, Argentina tiene la oportunidad de consolidarse como un líder en la minería global y un actor clave en la transición energética del siglo XXI.
El 21 de agosto de 2024, Forbes Argentina organizó la primera edición de su Minería Summit, un foro que reunió a los principales actores de la industria minera y a los formuladores de políticas públicas para debatir sobre los desafíos y oportunidades en la explotación del potencial minero argentino.
Durante el evento, se desarrolló el panel «La minería como el tercer motor económico argentino», que contó con la participación de Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras; Roberto Castellino, Head of Natural Resources en Santander; Carlos Cuburu, subsecretario de Política Minera de la Secretaría de Minería del Ministerio de Economía de la Nación; y Natacha Izquierdo, directora de Operaciones de ABECEB. El debate se centró en cómo la minería está consolidándose como un pilar fundamental para el desarrollo económico y sostenible del país.
Los expertos también hicieron foco en la necesidad de un diálogo continuo entre el sector público y privado, así como la importancia de atender las necesidades de las comunidades locales para asegurar que la minería no solo sea un generador de riqueza, sino también un motor de desarrollo integral.
Cacciola subrayó la importancia de la minería no sólo como generadora de ingresos, sino también como una fuerza impulsora del desarrollo regional. «Es muy importante tener un diálogo abierto para poder estar atentos a las necesidades de las comunidades. La gente ha empezado a entender que la minería no solo representa generación de producto y exportaciones, sino también empleo, capacitación, salud, salarios en blanco y acceso a la educación», afirmó.
Resaltó que la minería deja en Argentina «más del 85% de lo que produce», subrayando su impacto significativo en las regiones mineras, donde entre el 40% y el 60% del valor de la exportación se reinvierte en el mercado local. «Es un proceso virtuoso que no se acaba nunca, que hay que seguir consolidándolo».
Uno de los temas centrales del panel fue la implementación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que se ha convertido en una herramienta clave para impulsar la minería en Argentina. Carlos Cuburu, subsecretario de Política Minera, habló sobre las expectativas que ha generado y los retos que enfrenta su implementación. «Nuestra tarea es calmar esas expectativas y facilitar los procesos para que los proyectos factibilizados se conviertan rápidamente en minas operativas», señaló.
Cuburu también destacó la importancia de trabajar con las provincias a través del Consejo Federal Minero para asegurar un diálogo continuo que permita enfrentar los desafíos comunes y maximizar el potencial minero del país. «El objetivo es que la minería deje de ser una actividad cuestionada o prohibida y se convierta en un motor de desarrollo», añadió.
La discusión también abarcó la necesidad urgente de mejorar la infraestructura, un aspecto crítico para el desarrollo minero. Roberto Castellino advirtió que la falta de caminos, líneas de alta tensión y gasoductos, por ejemplo, es un obstáculo significativo. «Para que un proyecto sea financiable, necesitas recursos, infraestructura, capital humano y financiamiento. Sin esto, es imposible avanzar», explicó.
Castellino señaló que existen empresas interesadas en desarrollar esta infraestructura, especialmente en el ámbito energético, y que Santander está dispuesto a financiar estos proyectos como parte de su compromiso con el desarrollo de la industria.
Por su parte, Natacha Izquierdo, de ABECEB, abordó el contexto macroeconómico y sus implicaciones para el sector minero. «El RIGI es un marco que empieza a mover el ambiente de negocios, pero la expectativa de levantamiento del cepo cambiario es esencial», comentó. Izquierdo señaló que aunque el RIGI es un paso importante, no es suficiente por sí solo: «Creemos que el levantamiento del cepo podría darse en el primer trimestre del próximo año, lo cual sería crucial para atraer más inversiones».
Izquierdo destacó que la industria minera necesita un ambiente económico estable para prosperar, lo que incluye la eliminación de barreras como el cepo cambiario y la mejora de indicadores clave como el superávit fiscal y la reducción de la inflación. «Hay anuncios y avances, pero es fundamental generar un cambio de ciclo que aporte a las decisiones de las compañías», concluyó.
Otro tema que se discutió fue la necesidad de un marco regulatorio que apoye el desarrollo de la minería. Carlos Cuburu habló sobre los desafíos legales, mencionando que «tenemos instrumentos legales que tenemos que trabajar para llevarlos a un buen camino, como la Ley de Glaciares, que está afectando concretamente el desarrollo de los proyectos cordilleranos».
Cuburu enfatizó la importancia de llevar estas discusiones al Congreso para traccionar reformas legislativas que faciliten el crecimiento del sector: «Estamos trabajando en un seminario para diputados y senadores, porque es fundamental que se entienda el ciclo completo de la minería, desde el descubrimiento hasta la generación de riqueza».
Martina P. Veneziani
CAEM