En un mundo digital cada vez más interconectado, las municipalidades enfrentan amenazas crecientes en ciberseguridad. La protección de datos sensibles y la continuidad de servicios esenciales se han convertido en prioridades críticas, ya que los ataques cibernéticos se vuelven más sofisticados y devastadores.
Columna escrita por Fernando Arrieta, director regional de G-Certi Global Certification
Las municipalidades se han convertido en objetivos cada vez más atractivos para los ciberdelincuentes. Según el Informe de Ciberseguridad Global 2024 de McAfee, el impacto económico de los ataques cibernéticos en las entidades gubernamentales ha aumentado significativamente, con un costo estimado de $7.7 billones a nivel global para el próximo año. Los ataques de ransomware han sido especialmente perjudiciales; un informe de Emsisoft reveló que, en 2022, al menos 122 ataques a entidades gubernamentales y servicios públicos en EE.UU. causaron más de $3.1 billones en daños y costos de recuperación.
Un caso relevante es el ataque a la ciudad de New Orleans en 2019, que obligó a cerrar varios sistemas informáticos y generó costos de recuperación estimados en $7 millones, subrayando la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas (NPR, 2024). Otro incidente significativo fue el ataque al gobierno de Costa Rica en 2022, que paralizó servicios gubernamentales y afectó hospitales, evidenciando la necesidad urgente de fortalecer las defensas cibernéticas (BBC News, 2024).
Estrategias para mitigar los riesgos
Fortalecimiento de la infraestructura tecnológica: Muchas municipalidades aún utilizan sistemas obsoletos que son susceptibles a ataques. La actualización de software y la aplicación de parches de seguridad regulares son esenciales para proteger contra brechas conocidas.
Capacitación y concientización del personal: La falta de formación en ciberseguridad sigue siendo un problema crítico. Según el Informe de Brechas de Datos 2023 de Verizon, el 95% de las brechas se deben a errores humanos. Capacitar al personal en medidas básicas de seguridad, como el uso de contraseñas seguras y la detección de correos electrónicos de phishing, puede reducir significativamente el riesgo de ataques.
Desarrollo de planes de respuesta a incidentes: Tener un plan de respuesta bien definido puede minimizar el impacto de los ataques. Estos planes deben incluir la colaboración con expertos en ciberseguridad y la implementación de procedimientos para una rápida restauración de sistemas.
Realización de auditorías de seguridad: Las auditorías periódicas realizadas por terceros independientes pueden identificar vulnerabilidades que podrían haber pasado desapercibidas. La Guía de Evaluación de Riesgos de Ciberseguridad 2023 recomienda realizar estas auditorías al menos una vez al año para garantizar la robustez de las defensas.
Evaluaciones continuas de riesgos: Implementar un sistema para la evaluación y gestión continua de riesgos es crucial para adaptarse a las amenazas emergentes y mejorar la postura de seguridad.
Normas internacionales como soporte
La adopción de normas internacionales, como la ISO 27001, puede ser una herramienta clave en este contexto. Esta norma proporciona un marco para establecer un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información (SGSI), ayudando a las municipalidades a identificar y gestionar riesgos, desarrollar políticas claras, y promover la capacitación continua del personal.
Proteger a las municipalidades de ciberataques requiere una combinación de tecnología avanzada, políticas robustas y una cultura organizacional comprometida con la seguridad. La implementación de estándares de seguridad, la capacitación del personal y la actualización de infraestructuras son pasos cruciales para enfrentar estos desafíos y asegurar la continuidad de los servicios esenciales y la protección de los datos ciudadanos.