Dentro del resurgimiento de la actividad minera, empresas que están próximas a iniciar sus proyectos de explotación prevén trabajos que son de utilidad propia y que beneficiarán a la comunidad.
Por Diario de Cuyo
En Calingasta, uno de los emprendimientos mineros de mayor presencia en el departamento pero que hasta ahora no ha logrado poner en marcha la explotación de su mina de cobre conocida como El Pachón, iniciará en estos días, antes de que finalice agosto, la construcción de dos puentes sobre dos afluentes del ríos San Juan, como son los ríos Los Patos y Colorado. Esta obra que tiene un costo de más de 8 millones de dólares busca una doble finalidad, facilitar la labor de la empresa minera, mejorando la seguridad en la circulación por la zona, y fomentar el crecimiento de actividades económicas y recreativas de Calingasta, teniendo en cuenta el potencial productivo y turístico del área en la que estarán emplazados los puentes.
Más allá de las mineras que actualmente están en plena actividad como Veladero y Gualcamayo, entre otras, dedicadas a la explotación de oro y plata, El Pachón es uno de los emprendimientos de cobre proyectados hace varias décadas que ahora finalmente iniciará su etapa de desarrollo y explotación, por lo que ha comenzado con las obras previas a la puesta en marcha de la mina.
De acuerdo a lo proyectado, la construcción de los puentes demandará aproximadamente un año y estará a cargo de una empresa local supervisada por la DPV (Dirección Provincial de Vialidad) y controlada por la Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Estos trabajos asegurarán el acceso a la mina, un objetivo que hay que concretar para hacer posible que el proyecto pueda ponerse en marcha.
Es interesante el efecto multiplicador de este tipo de obras ya que el compromiso de las empresas intervinientes es la de tomar mano de obra de la zona, además de tener en cuenta a proveedores locales para la prestación de servicios tales como alojamiento, gastronomía y la compra de insumos.
Dentro de la licencia social que existe para este tipo de proyectos, la empresa minera y los encargados de realizar los trabajos complementarios para el funcionamiento de la mina, se han comprometido en mantener en todo momento un diálogo abierto con la comunidad para garantizar el respeto a sus derechos y costumbres. El objetivo es que todas las obras anexas tengan una doble utilidad en beneficio de la empresa y de la comunidad.
Algo parecido ocurre con los proyectos Josemaría y Filo del Sol, en el departamento Iglesia, que requiere la construcción de un camino de casi 190 kms que permitirá la comunicación entre ambos proyectos y la localidad de Rodeo, en Iglesia. Hasta hora para llegar a la zona de esas minas es necesario ingresar a la provincia de La Rioja, por lo que el propósito es contar con un camino que no tenga que salir de los límites provinciales y que comunique el extremo norte de la provincia de San Juan.
El aporte que la minería debe hacer a la infraestructura de la provincia, fundamentalmente en los departamentos donde están los yacimientos, ha sido hasta ahora uno de los puntos en discusión, ya que las comunidades siempre han esperado un poco más. Se espera que a partir de esta nueva etapa haya una reivindicación y que estos aportes se concreten efectivamente