Centro Único de Monitoreo (CEUM): el ojo profesional que transforma la seguridad en Bahía Blanca

El Centro Único de Monitoreo (CEUM) cobró gran protagonismo este año, permitiendo esclarecer varios delitos.

Fotos: Rodrigo García-La Nueva. Por Redacción de La Nueva.

Con el 96% de cámaras operativas en la ciudad, el Centro Único de Monitoreo (CEUM) se convirtió en un factor clave para la seguridad pública y el esclarecimiento de numerosos delitos.

La administración del intendente Federico Susbielles recibió el sistema con 660 unidades y después de superar los daños del devastador temporal, se activaron muchas más, se energizaron otras y se mejoró la conectividad y fidelidad de resolución de imágenes con la puesta en marcha de más servidores de almacenamiento.

Precisamente, la resolución de hechos delictivos se triplicó por el impulso, el fortalecimiento y la formación brindada a los operadores del CEUM, lo que deja en claro que la seguridad pública es un tema prioritario para esta gestión comunal.

“Después del temporal, el sistema había quedado muy deteriorado. Hoy está funcionando prácticamente a pleno, lo que nos permite trabajar mucho mejor y que se empiecen a ver los frutos”, señaló Martín Pacheco, subsecretario de Protección Ciudadana.

Y añadió: “Paralelamente, avanzamos en la capacitación del personal y mejoramos muchísimo la tarea en conjunto con las fuerzas de seguridad para el esclarecimiento de delitos”.

El CEUM cobró gran protagonismo en lo que va del año. Y ello se percibe en el esclarecimiento de delitos cometidos en distintas zonas de la ciudad y, en especial, por infracción a la ley 23.737 (drogas).

“Se mejoraron notoriamente los tiempos de respuesta, a partir de una mejor coordinación con la Policía”, explicó el funcionario municipal, quien puso en valor el desempeño Andrea Díaz, subdirectora de Monitoreo, para coordinar los trabajos.

“Y eso es porque contamos con más operadores, más capacitados y porque la gran mayoría de las cámaras ya están en funcionamiento”.

Otro elemento determinante es la comunicación permanente con las distintas fuerzas de seguridad.

“Es clave el trabajo en conjunto con las fuerzas de seguridad y también con el poder Judicial a través de los fiscales. Y la realidad es que mejoramos muchísimo en ese aspecto para que, entre todos, podamos combatir y reducir el delito en la ciudad”.

Con el aporte de ingenieros en sistemas y software se está empezando a trabajar con Inteligencia Artificial, con una base de datos y los mapas de calor del delito.

«De esa manera se puede predecir horarios y lugares más conflictivos y qué cámara puede captar con mayor probabilidad un potencial delito y, en el caso de la zona céntrica, saber de qué barrios o zonas vienen los autores», dijo.

Los operadores (trabajan de a 15 en turnos de 8 horas) también tienen ruteos asignados.

“El delito siempre está mutando, pero hay patrones o conductas que se repiten. Ahí está la agudeza del operador para notar movimientos extraños. Por lo general, cuando se prepara un robo, el delincuente frecuenta el lugar antes de realizarlo. A esas cosas se debe estar atento para anticiparnos al hecho y poder seguirlo a través de las cámaras”.

De esta forma, por ejemplo, se pudo atrapar a una persona que se dedicaba al robo de bicicletas en la zona céntrica.

“Llevaba robadas 16 bicicletas en 10 días y se lo pudo identificar a través del monitoreo. La clave es darle la misma importancia al robo de una pelota que al de una casa. Nada se puede subestimar, porque la eficiencia lleva a resolver muchísimas cuestiones”.

Otro ejemplo: “esta semana, vimos un caso sospechoso en White, le hicimos seguimiento a esa persona, comprobamos que estaba armado y dimos aviso a la Policía. Cuando lo detuvieron en su propia casa se constató que tenía un pedido de detención por una condena de 16 años por un delito cometido en Lomas de Zamora”.

Así, el monitoreo se convirtió en herramienta fundamental para la resolución de robos, hurtos o agresiones.

“La ventaja que tiene el operador al policía es que el operador puede mirar para atrás con las imágenes, mientras que el policía llega cuando el hecho ya se cometió y el delincuente ya se alejó de la escena. Entonces, a partir de las cámaras, se le puede hacer un seguimiento hacia adelante y hacia atrás, para saber de dónde salió y hacia donde va”.

“Obviamente, el operador debe estar capacitado, porque requiere de un ojo profesional, y conocer a la perfección el mapa de ubicación de cámaras para realizar los seguimientos”.

Pacheco abordó el tema de los accesos a la ciudad, que es vital para evitar la fuga de delincuentes, y anticipó la creación de un Anillo Tecnológico, que incluirá otros lugares “peligrosos” de la ciudad y se pondría en funcionamiento antes de fin de año.

“Es un sistema que nos pidió poner en funcionamiento Susbielles. Se colocarán lectoras de patentes en todos los accesos a la ciudad y en otros sitios claves. Cada persona que ingrese a la ciudad sabrá que está siendo identificada, lo que creemos que desalentará el paso por aquí de delincuentes”.

Con este nuevo dispositivo se podrán identificar automóviles que tengan pedido de detención por robo, por ejemplo. Y simultáneamente, se sabrá si el rodado con el que se cometió un delito, salió de la ciudad y hacia qué dirección o si permanece dentro.

“Y si permanece dentro, se lo rastrea con las cámaras tradicionales. Está comprobado que las personas que se dedican a las estafas, no permanecen en el lugar donde cometieron el delito por mucho tiempo. Sino, que lo hacen y se van lo más rápido posible. La misma conducta tienen los que se dedican a las entraderas”.

Pacheco valoró el aporte Gonzalo Bezos (Superintendente de Seguridad Región Interior Sur de la Policía) como Gonzalo Sandobal (jefe de la Estación de Policía Departamental).

“Es muy importante que sean de la ciudad y hayan hecho toda su carrera acá, porque eso les permite conocer al detalle la problemática de Bahía Blanca. Ellos cambiaron la forma de trabajar de la policía y está dando sus frutos”.

A eso se suma la gestión de Federico Montero (subsecretario de Fiscalización y Control Policial del Ministerio de Seguridad bonaerense), quien es el nexo vital con el desempeño policial.

“Hoy trabajamos en conjunto con la Policía Federal, con Gendarmería y con Prefectura, algo que no se hacía. Por eso, no es casualidad que se hayan resuelto tantos casos. Y paralelamente también se trabaja con la Justicia, a través de los fiscales, lo cual también nos permite mejorar a nosotros a partir de sus experiencias”.

Por último, Pacheco adelantó los próximos pasos en materia de seguridad pública.

“Antes que sumar más cámaras, queremos optimizar el servicio, reubicando algunas que están en lugares que no son tan necesarios. Para el año que viene, Susbielles planea una ampliación del sistema y ahí sí seguramente se tendrán que incorporar más artefactos. Pero tenemos claro que los pasos tienen que ser paulatinos. De nada sirve tener muchas cámaras, sino hay personal capacitado para utilizarlas”.

El subsecretario consideró que con la incorporación de las nuevas cámaras «vamos a tener una ciudad super controlada. El delito cero no existe pero tratamos de achicar márgenes lo máximo posible»

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