Editorial Diario de Cuyo
En épocas de escaso presupuesto para encarar grandes obras, invertir en el reacondicionamiento de plazas y espacios verdes es pensar en el futuro.
Las comunas departamentales tienen habitualmente muchos frentes por cubrir y necesidades de los vecinos que satisfacer. Dada la actual situación económica y financiera del país, la provincia y consecuentemente los municipios, son muchos los trabajos u obras que no logran concretarse, por eso apuntar a aquellos trabajos de mayor necesidad o que ofrezcan a los vecinos una mejora sustancial en su calidad de vida es una forma de invertir inteligentemente los pocos recursos que se puedan llegar a disponer.
Algunos municipios de nuestra provincia, incluida la Capital, han tomado la iniciativa de recuperar las plazas, espacios verdes y todos aquellos predios vecinales que están abandonados, con un doble objetivo: proporcionarles a los vecinos un ámbito propicio para la recreación y de juego para los más chicos; y contar con esos lugares acondicionados para cuando llegue el verano y se precisen de sitios parquizados y con frondosos árboles para mitigar las temperaturas estivales.
Además de la Capital son cuatro o cinco los municipios que han encarado tareas similares, entre ellos Rivadavia, Santa Lucía, Rawson, Pocito y Caucete. Sería muy positivo que en los próximos meses se sumen el resto de las comunas ya que es un objetivo que cumple con varios propósitos, entre ellos generar mejores condiciones ambientales en distintos puntos de cada departamento.
Hasta ahora las comunas que se han abocado a mejorar sus espacios verdes lo han hecho de diferentes maneras. Mientras algunas se han dedicado a recuperar los ejemplares arbóreos y las plantas en general que disponen, hay otras que se han abocado a optimizar la iluminación, reacondicionar los bancos y recuperar los juegos infantiles, los bustos o esculturas que se encuentren en ese ámbito y limpieza en general que siempre es necesaria.
Mejorar el estado integral de una plaza es acondicionar lo que se denominan “pulmones verdes”, ya sea en el ámbito de una ciudad o en la villa cabecera en las que están emplazados.
La necesidad de contar en el verano con una mayor superficie sombría, con buena oxigenación y amplias superficies verdes, contribuye a mejorar las condiciones ambientales en general, algo que es muy necesario ante los fenómenos del calentamiento global o del cambio climático que estamos afrontando.
Se conoce que para este tipo de trabajos los fondos que se emplean son módicos y que no implican la necesidad de distraer grandes sumas de dinero para concretarlos. El ingenio, el buen gusto y la vocación por el trabajo de jardinería que se está realizando, son los mejores motivos para llevar adelante esta tarea, que es de esperar sea imitada por el resto de los municipios que todavía no deciden estas obras en beneficio de la población