Lo demuestran cifras oficiales del Ministerio Público Fiscal. La mayoría se relaciona con estafas por medios digitales.
Por Redacción de La Nueva.
Mejoras en la prestación de los servicios, descuentos o bonificaciones son anzuelos que, en épocas económicamente complicadas, sirven para desplegar distintas maniobras delictivas y cometer estafas.
Pero los delincuentes también aprovechan las facilidades que les brinda la tecnología para disfrazar sus verdaderas intenciones.
Desde la pandemia los delitos informáticos representan una buena parte de las causas que lleva adelante la fiscalía bahiense.
La estadística oficial indican que durante los primeros 134 días de este año el número de denuncias creció más del 20% respecto de igual período de 2023.
Entre el 1 de enero y el 14 de mayo pasado se iniciaron 589 causas por defraudaciones informáticas, mientras que el año pasado, en el mismo tramo, fueron 482.
El mismo porcentaje de incremento se dio en la totalidad de IPP iniciadas por la UFIJ Nº 20 del doctor Rodolfo De Lucia relacionadas con estos delitos.
Durante el lapso analizado de 2024 se recepcionaron 645 denuncias (589 defraudaciones informáticas, 11 extorsiones y 45 estafas), mientras que el año pasado se contabilizaron 522 (482, 5 y 35).
“Muchas de las maniobras que estamos viendo tienen que ver con engaños que se ponen en marcha a través de llamadas de la aplicación WhatsApp y llevados adelante por sujetos que se hacen pasar por operadores o empleados de empresas como Flow o Netflix”, indicó De Lucia.
El representante del Ministerio Público Fiscal explicó que los delincuentes utilizan logos falsos para simular que pertenecen a las firmas y ofrecen supuestos beneficios.
“Con ese artilugio captan la atención de la víctima y, en general, les envían un link y les piden que lo descarguen. Se trata de una aplicación como TeamViewer o similar, que les permite tomar el control del celular del damnificado y vaciarles las cuentas”.
Deudas y compras
Diversos son los discursos que ponen en marcha los estafadores para lograr engañar a las víctimas.
La fiscalía tomó una denuncia, por ejemplo, de una persona que recibió una comunicación de un presunto responsable de Mercado Pag,o indicándole que registraba una deuda que debía cancelar y de esa forma le refirió que debía seguir una serie de pasos para finalizar el trámite.
De esa manera lograron obtener dos préstamos por un monto total de unos 400 mil pesos y transferirlo hacia sus cuentas.
Por otra parte, una jubilada manifestó que recibió un mensaje desde un número con prefijo de Córdoba y el logo de Flow, en el que le indicaban que si deseaba hacer alguna pregunta debía escribir la palabra “consulta”.
La mujer lo hizo y posteriormente recibió una llamada de un hombre que se identificó como trabajador de la empresa, quien le envió un link al que debía ingresar.
De esa forma el delincuente tomó el control del aparato y se apoderó de dinero de dos cuentas.
El sitio Marketplace de Facebook es otro lugar donde se originan estafas.
Un bahiense denunció que se contactó con una persona con la intención de adquirir un mueble y que el supuesto vendedor le manifestó que se había producido un inconveniente con la transferencia, por lo que le pidió que se traslade hacia un cajero automático para solucionar el problema.
El damnificado concurrió y siguió una serie de pasos que le indicaron sin sospechar que estaba siendo despojado de la plata de su cuenta.
La clave: desconfiar
“La gente no se toma el tiempo para pensar lo que puede estar pasando. Si te llaman para ofrecer un beneficio lo primero que hay que hacer es dudar, hoy nadie regala nada”, consideró el fiscal.
De Lucia agregó que “hay que tomar como método la duda. Si nos ofrecen algo debemos tomarnos el tiempo para consultarlo con amigos y familiares”.
Manifestó que los estafadores siempre procuran “apurar” a la víctima para evitar que pueda pensar o pedir ayuda.
“Muchas veces, incluso, van modificando sobre la marcha el discurso a partir de lo que les dice la víctima”.
Tampoco es extraño que los delincuentes manejen datos del interlocutor.
“Hay mucha información personal, como nombre, DNI o domicilio que se puede conseguir teniendo acceso a un par de bases de datos gratis o pagas”.
“Hay que prestar atención, porque cualquier novedad que se produce la utilizan para las estafas. Pueden ser las vacunas, un temporal o un corte de energía”, siguió diciendo.
De Lucia consideró además que “la gente está saturada de ofertas y mensajes y, por otra parte, muchas veces se manejan plataformas virtuales o aplicaciones de bancos sin tener del todo clara la funcionalidad”.
En ese sentido añadió que desde la pandemia a esta parte una gran cantidad de personas se debió volcar a operaciones de manera digital a “una velocidad muy superior a la que logran entender o incorporar los cuidados que se deben tener al manejarlas”.
Comunicar e informar
El titular de la UFIJ Nº 20 destacó la importancia de la realización de charlas orientadas fundamentalmente a los adultos mayores, a modo de prevención.
“Durante los encuentros se busca que las personas sepan cuáles son los principales tipos de estafas y brindar herramientas para evitar caer en las maniobras de los delincuentes”.
Reiteró la necesidad de desconfiar de quienes ofrecen beneficios, premios o descuentos.
“Es necesario entender las mecánicas generales de las estafas que circulan y prepararse para las que puedan venir”, finalizó.
Charlas para los adultos mayores
Iniciativa. Las áreas de Seguridad y de Participación Ciudadana del Municipio, en conjunto con la fiscalía, comenzaron a brindar charlas destinadas a adultos mayores para prevenir este tipo de delitos.
Actividad. Realizan dos encuentros mensuales en centros de jubilados para describir las modalidades y brindar consejos sobre cómo actuar.
Prevención. «Es algo que vamos a ir sosteniendo. Es un delito prevenible por excelencia, entonces trabajamos en este sentido para bajar el número de hechos. La intención es que las personas tengan herramientas para evitar cualquier tipo de estafa», dijo Ornella Scarano, subsecretaria de Prevención, Enlace y Comunicación de la Agencia de Seguridad.
Sin temor. Sacarano agregó que se busca también «brindar conocimiento para un mayor disfrute en línea de las personas, perdiendo el miedo al uso de la tecnología y tomando los recaudos correspondientes para evitar ser víctimas»