El 70% de los baches son por roturas espontáneas de caños de agua en el centro. Pero la construcción de edificios y permiso de zanejo complican más las cosas.
La clásica frase “las calles de ciudad está detonada de pozos”, circula por las redes sociales en todos los rincones de Neuquén. Pero más allá del análisis lógico de los lectores furiosos, el dato que tiró la Municipalidad capitalina llama la atención.
El 70% de los cientos de baches que hay en la ciudad de Neuquén son por caños rotos del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS), son roturas casuales por temperatura y sobre todo por los viejos caños de asbesto cemento en el centro neuquino. Son “roturas espontáneas” que las tiene que reparar el mismo organismo provincial.
La situación no solo es compleja, sino que es difícil de abordar, pese a que la comuna ha organizado 11 zonas con cuadrillas para bachear. Y solo en el centro hay dos de manera permanente.
Pero la ciudad crece y los permisos de obras y servicios, hace que todos los días se haga una apertura de zanja en el centro de Neuquén, se corte el tránsito y hasta que el recambio de la cañería pueden pasar días. Esto va más allá de las roturas de caños espontáneas.
Según informó a LMNeuquén la subsecretaria de Obras Públicas, Mariel Bruno, hay unos 20 permisos mensuales promedio de apertura de zanjas que implica una rotura de asfalto. Eso implica que sea para conectar el agua a una casa o a un edificio.
Para este trámite, la coordinación y burocracia entre los dos órganos estatales tiene que funcionar de manera aceitada, para que las reparaciones se hagan rápido.
Calles: 11 cuadrillas, trámites y permisos
Por ejemplo, las reparaciones en conexiones de agua domiciliarias las paga el vecino. El frentista le pide a la Municipalidad el permiso de zanjeo, lo paga y es el EPAS el que hace la reparación. Una vez que concluye el recambio de la cañería, el organismo provincial informa nuevamente a la comuna, y esta sale a bachear la zona. Una desinteligencia en ese trámite, y un pozo puede estar semanas sin reparar.
Se sabe que entre la apertura de la zanja y la aprobación del EPAS para reparar un caño pueden pasar varios días. Y ese punto es el que genera discordia y furia entre los que transitan todos los días por el centro neuquino.
“Nosotros hemos reorganizado el mantenimiento de toda la ciudad, en 11 zonas, se ha dividido la ciudad con cuadrillas especiales y se ha establecido un cronograma fijo en atención en cada una de las zonas”, dijo la funcionaria que conoce bien como es el proceso de bacheo desde hace años.
El dato es que el microcentro neuquino (que es un polígono de 10 cuadras alrededor del edificio municipal) no solo es la zona más transitada, sino también la que más permisos de construcción tiene. Por eso, todos los días hay una máquina rompiendo el asfalto y volviendo a parchar.
Bruno especificó qué sucede con la obra de la calle Salta y Belgrano, donde se está conectando el servicio a un edificio en construcción. Esto implica, el recambio de la vieja cañería (de más de 60 años) de asbesto cemento por una nueva. Pero el recambio no solo se hace en ese sector, sino en toda la cuadra, algo que es financiado por la propia constructora.
Cada vez que un propietario o un desarrollador tienen que hacer algo, se les pide que recambien un pedazo de vieja cañería. Es por eso que uno tiene un edificio en una esquina y recambio en una cuadra entera. Se lo ponen como condición”, explicó la funcionaria municipal.
Esa misma situación se vive en la calle Gatica después de cruzar la ruta, donde desde hace varios días se está conectando el servicio a una ruta de departamentos, con un zanjeo abierto.
Las roturas espontáneas representan el 70% del bacheo de la ciudad y los pozos en el microcentro, según entiende la Municipalidad, y las demoras en las reparaciones son la causa de un malestar generalizado.
Después hay otro tipo de baches generados por el desgaste de las carpetas asfíctica, más allá de las pérdidas de agua. Pero este tipo de pozos “son los menos”, según entiende la comuna.
Asfalto «reciclado» para los baches
La subsecretaria de Obras Públicas sostuvo también que para las reparaciones menores en las calles, la comuna adquirió un nuevo sistema con mano de obra municipal, donde “recicla” el asfalto viejo que se levanta con otros productos.
“Hemos incorporado un nuevo sistema de recupero de repavimentaciones, se retira la carpeta asfáltica vieja y hemos incorporado esta tecnología en la Municipalidad para el bacherío”, indicó la funcionaria.
Y acotó: “Se hace una mezcla manual de asfalto en frío con el residuo y se recupera en las repavimentaciones. No requiere un tratamiento especial y eso recupera las características del asfalto y se puede colocar en frío para reparaciones menores”, concluyó