Los ingresos del municipio de enero crecieron a un ritmo alejado de la inflación interanual. El pago anticipado de tasas disimula el impacto negativo, pero los índices de morosidad preocupan.
Los rubros clave que componen el ingreso municipal son la tasa de Servicios, la tasa comercial (llamada Tish) y la coparticipación que liquida la Provincia. Todas en comparación con el primer mes de 2023 aportaron subas que varían entre el 77% y el 165%, cuando la inflación anual acumulada en el período enero/enero fue del 254%.
Aun así, desde el Ejecutivo municipal evitaron las evaluaciones tremendistas y la secretaria de Hacienda, Karina Ondarçuhu, dijo que el pago anual anticipado de la tasa de Servicios arrojó buenos resultados. Aseguró el índice de adhesión es similar al del año pasado. Pero esos números recién aparecerán reflejados en el informe de ejecución presupuestaria de febrero.
En enero la tasa de Servicios recaudó apenas 165 millones de pesos, cuando el año anterior en el mismo período había aportado 92,8 millones. La mejora fue del 77,4% cuando la inflación acumulada (incluido el costo de prestación de esos servicios) galopó por arriba del 250%.
En los fundamentos del proyecto de Emergencia que hasta ahora el Concejo se negó a aprobar, Cortés invocó la necesidad de “equilibrar los ingresos con las erogaciones” y sostuvo que ese objetivo “se torna dificultoso con el agravante de la disminución de la coparticipación provincial”.
También apuntó -sin hacer números- que “una cantidad significativa de contribuyentes no abonan sus tributos”, lo cual “impide que el municipio cumpla con sus obligaciones” y genera “una situación injusta para aquellos contribuyentes que se mantienen al día”.
La tasa Tish, si bien también está expuesta a la evasión, ofrece un correlato más directo de la actividad económica, porque grava la facturación de las empresas y comercios habilitados. En el primer mes del año recaudó 759 millones de pesos, un 165% más que el año pasado. También por debajo del parámetro inflacionario.
En materia de coparticipación las cifras son más preocupantes, porque a lo largo de enero el municipio registró ingresos por esa vía de 285,6 millones de pesos, cuando el año pasado fueron 135,4 millones. La mejora apenas alcanzó el 110,9%.
Esos 285 millones anticipan la virtual imposibilidad de cumplir con la meta anual. Según el presupuesto, el municipio proyectó recibir por coparticipación a lo largo de 2024 un total de 8.713 millones y el primer mes apenas logró embolsar un 3,2% de ese monto.
En otros rubros de ingresos también aparecen señales de alarma. El impuesto a los inmuebles libres de mejoras se convirtió en los últimos años en un factor importante de la recaudación propia. En enero el municipio recibió en esa cuenta 36,4 millones, un 124% más que el año pasado.
La tasa al turista también cayó en términos reales y evidenció menor afluencia de visitantes, o tal vez menor cumplimiento de los hoteleros, que la deben cobrar y liquidar. En enero de 2023 el municipio recaudó 26 millones por ese gravamen y este año fueron 56,4 millones. Un incremento del 116,9%, cuando la inflación más que duplicó ese número.
El dato más llamativo aparece en los “rendimientos financieros”, es decir en el producto de las colocaciones a plazo fijo que obtiene el municipio por sus reservas y ahorros. En enero 2023 esos intereses aportaron 179,9 millones y este enero fueron apenas 10,2 millones.
Esa referencia parece demostrar que el ahorro que el exintendente Gustavo Gennuso mencionó más de una vez como un ejemplo del ordenamiento económico ya no tendría el mismo volumen. Y tornaría imposible cumplir con la meta anual por rendimientos financieros, que el presupuesto cifró en 2.277 millones. En el primer mes del año las “colocaciones” con fondos públicos sólo obtuvieron el 0,4% de esa cifra