Se trata del oleoducto Vaca Muerta Norte que ya transporta 45.000 barriles de crudo por día. Une el corazón de la formación shale con dos nodos estratégicos, la traza hacia la refinería de Luján de Cuyo y la línea de exportación a Chile.
El oleoducto Vaca Muerta Norte, una obra de 150 kilómetros de extensión que es clave para exportar más petróleo hacia Chile y también redoblar el abastecimiento con destino a las refinerías de Mendoza y el norte del país, fue finalmente puesta operaciones por parte de YPF.
La obra fue construida por YPF, pero ya sumó el interés de otras firmas para que, a futuro, de transporte por ese nuevo ducto parte de su producción.
Desde YPF explicaron que el nuevo sistema entró en operaciones en noviembre y que si bien tiene una capacidad máxima para transportar hasta 160.000 barriles de petróleo por día, de momento está llevando cerca de 45.000 barriles diarios, que se exportan en su totalidad a Chile.
Es que, así como el proyecto Vaca Muerta Sur apunta a multiplicar las exportaciones por el Atlántico, esta línea lo hace hacia el Pacífico, al unirse con el Oleoducto Trasandino (OTASA) que se reactivó el mayo pasado.
La nueva línea parte desde el corazón de Vaca Muerta y llega hasta el nodo de Puesto Hernández en la zona de Rincón de los Sauces en donde conecta tanto con Otasa como con la línea que va a la refinería de Luján de Cuyo.
La obra contempla, además del ducto, la playa de tanques más grande de Vaca Muerta que tendrá dos unidades de 170.000 barriles de capacidad, ampliables en una segunda etapa. Cada tanque tiene 60 metros de ancho, algo así como media cancha de fútbol profesional.
Desde YPF se destacó que esta obra tuvo un tipo de demanda de 1.000 puestos de empleo directo, que en su mayoría fueron tomados en la zona.
Los trabajos demandaron una inversión de más 250 millones de dólares, y su puesta en marcha comenzará, de forma gradual y escalonada