El Safari tras las Sierras, que se hace desde hace varios, años sigue siendo polémico, debido a que provoca graves daños a la flora y fauna de Valle Fértil. Es necesario tomar decisiones definitivas sobre esta competencia.
Desde hace varios años, se hace sentir el malestar de distintos sectores de la ciudadanía con respecto a la competencia denominada «Safari tras las Sierras». Esta competencia mecánica que incluye automóviles, camionetas, jeeps, motos y cuatriciclos transita por recorridos previamente diseñados. Es una fuente de ingresos para el municipio por turismo debido a que llegan miles de personas de distintos lugares de la provincia. Sin embargo, la destrucción del medio ambiente está a la orden del día cuando se presentan la huida de animales silvestres como aves y otros terrestres. La flora se ve afectada por la contaminación de los vehículos que despiden el humo de los combustibles. También se destruyen nidos, madrigueras y otros lugares donde los animales hacen sus lugares para tener sus crías.
En la edición del año pasado, un grupo de vecinos agrupados en una asociación civil de Valle Fértil hicieron una presentación al organismo provincial de Medio ambiente difundiendo imágenes de cómo algunos participantes atravesaban con sus vehículos algunos cauces de río y como el público asistente contaminaba con residuos todos los lugares aledaños a los circuitos destinados para tales competencias.
En esa ocasión se solicitó al Gobierno que interviniera en la competencia Safari tras las Sierras, al considerar que la misma perjudicaba un sector del área protegida que se encuentra en Valle Fértil. Ante esto, tras varias reuniones entre funcionarios de la Secretaría, la organización y el municipio, se dispusieron una serie de medidas que no convencieron a los vecinos defensores del medio ambiente vallisto.
Precisamente, según especialistas, el Área Natural Protegida Valle Fértil es la más grande de la provincia, con 800.000 hectáreas en las que se incluye a sectores de Valle Fértil, Caucete, Angaco y Jáchal.
En ese momento se confeccionó una normativa que prohibió a los vehículos participantes que pasaran sobre los cursos de agua, algo que fue transgredido por la entidad que hizo el Safari tras las Sierras durante una jornada. Los vecinos de la zona fueron quienes tomaron fotos y las difundieron por las redes sociales, evidenciando a un motociclista transitando por los ríos de la zona, a pesar de todas las prohibiciones.
Muchos fanáticos, competidores y organizadores coinciden en que para la mayoría de los participantes «es muy atractivo» atravesar los cauces de agua, a pesar del daño al ecosistema que esto puede ocasionar.
Es de esperar que esta edición 2024 de esta competencia deportiva sea la última vez que se lleve a cabo en Valle Fértil, teniendo en cuenta la importancia de cuidar el medio ambiente y el hábitat de fauna y flora que es fundamental para la vida. Hay otros sitios que pueden ser útiles para esta clase de deportes todo terreno, lejos del daño que se le hace, desde hace muchos años, a una zona rica en vida silvestre.
DIARIO DE CUYO