Los Eskenazi cobrarían el 30% de lo que ganó Burford.
La advertencia de los diputados “lilitos” cobra mayor importancia si se tienen en cuenta algunos precedentes jurídicos.
Como Procurador del Tesoro de la gestión de Alberto Fernández, Zannini coincidió con los litigantes de Burford en desistir ante la jueza neoyorkina Loretta Preska de un procedimiento de “discovery” que había pedido el Procurador de Mauricio Macri, Bernardo Saravia Frías.
En el “discovery” desistido debería haberse investigado el modo en que los Eskenazi habían adquirido las acciones de YPF: apalancados por el expresidente Néstor Kirchner, con préstamos que pagarían con las mismas utilidades de YPF garantizados de modo misterioso. Una causa penal abierta a partir de un informe de la Unidad de Información Financiera está parada desde años en Comodoro Py.
A través del Banco de Santa Cruz, los Eskenazi fueron los administradores desde 2006 del fideicomiso de la provincia de Santa Cruz donde ingresaron los fondos provenientes de regalías petroleras mal liquidadas, por un monto de 654 millones de dólares, y de la privatización de YPF realizada por Menem, por un monto de 683 millones de dólares, depositados en la sucursal Zurich del banco Credit Suisse.
Zannini decidió además no continuar en España con el reclamo por adulteración del convenio entre Petersen (del Grupo Eskenazi) y Burford.
Los Eskenazi le vendieron los derechos del litigio YPF a Burford por 15 millones de dólares, cifra por la cual la Argentina podría haber extinguido el conflicto en lugar de seguirlo para deber ahora 16.000 millones de la divisa.
Zannini se desempeñó como director del Banco de Santa Cruz entre 2016 y 2019
EL ANCASTI