Sugestiva distracción

Sugestiva distracción
“Advertimos la existencia de un conflicto de intereses que perjudicaría notoriamente la defensa de nuestro país. Uno de los funcionarios a cargo de la defensa del Estado argentino mantendría una estrecha relación con quienes vendieron sus derechos a los actuales demandantes del Estado argentino y que tendrían un notorio interés en el litigio que llevan adelante contra la Argentina”, argumentaron López y Oliveto.

Es sugestivo que hayan tenido que hacer esta advertencia. De la Torre secunda en la Procuraduría del Tesoro a Rodolfo Barra y fue designado el 26 de diciembre por el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Barra y Cúneo Libarona son dos águilas experimentadas en el campo del derecho, es raro que la posible relación del subprocurador con los Eskenazi les pasara inadvertida.

Esta distracción, que los diputados afines a Elisa Carrió vienen a salvar, es más llamativa por la magnitud del caso. Debido al desastre que hicieron con la estatización de YPF Cristina Kirchner, Axel Kicillof y el exsecretario de Legal y Técnica Carlos Zannini, la Argentina tiene que desembolsar a un fondo privado el equivalente al 40% de lo que le debe al FMI y el doble de los vencimiento que debe afrontar este año por los servicios de esa deuda. La actitud que tomará el gobierno de Las Fuerzas del Cielo con los responsables de la catástrofe es un inmenso interrogante.

Según Pagni, “De la Cruz fue abogado de la familia Eskenazi, que está asociada a la demanda de 16 mil millones dólares del fondo Burford por la estatización de YPF, que es el principal caso internacional que enfrenta la Argentina. Todas las versiones sostienen que De la Cruz llegó allí por recomendación del ministro Luis Caputo”.

Los Eskenazi cobrarían el 30% de lo que ganó Burford.

La advertencia de los diputados “lilitos” cobra mayor importancia si se tienen en cuenta algunos precedentes jurídicos.

Como Procurador del Tesoro de la gestión de Alberto Fernández, Zannini coincidió con los litigantes de Burford en desistir ante la jueza neoyorkina Loretta Preska de un procedimiento de “discovery” que había pedido el Procurador de Mauricio Macri, Bernardo Saravia Frías.

En el “discovery” desistido debería haberse investigado el modo en que los Eskenazi habían adquirido las acciones de YPF: apalancados por el expresidente Néstor Kirchner, con préstamos que pagarían con las mismas utilidades de YPF garantizados de modo misterioso. Una causa penal abierta a partir de un informe de la Unidad de Información Financiera está parada desde años en Comodoro Py.

A través del Banco de Santa Cruz, los Eskenazi fueron los administradores desde 2006 del fideicomiso de la provincia de Santa Cruz donde ingresaron los fondos provenientes de regalías petroleras mal liquidadas, por un monto de 654 millones de dólares, y de la privatización de YPF realizada por Menem, por un monto de 683 millones de dólares, depositados en la sucursal Zurich del banco Credit Suisse.

Zannini decidió además no continuar en España con el reclamo por adulteración del convenio entre Petersen (del Grupo Eskenazi) y Burford.

Los Eskenazi le vendieron los derechos del litigio YPF a Burford por 15 millones de dólares, cifra por la cual la Argentina podría haber extinguido el conflicto en lugar de seguirlo para deber ahora 16.000 millones de la divisa.

Zannini se desempeñó como director del Banco de Santa Cruz entre 2016 y 2019

EL ANCASTI

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