Azcué se preocupó por contemplar justamente la condición de “personas” de cada uno de los contratados. “No son números”, por lo que –explicó- debía ser muy cauto.
No obstante, fue enfático al anunciar que nadie puede cobrar de la municipalidad sin trabajar. Es más, calificó como un verdadero “robo a los concordienses” si tal cosa ocurriese.
De las respuestas del intendente que asumirá el próximo 12 de diciembre surge que se revisará la situación de cada contratado, considerando que cada caso tiene características singulares. El criterio rector será que continúen quienes presten un servicio real y necesario al estado municipal.
Azcué también anunció la realización de una auditoría con el propósito de arribar a un diagnóstico certero sobre el estado de las cuentas municipales.