El gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, realizó un balance sobre la minería en la provincia, destacando temas como la modernización de la Ley de Glaciares, el impacto del RIGI y la Ley de Proveedores locales. También resaltó la importancia de la infraestructura y la gestión de expectativas para el desarrollo minero.
En el ciclo «La Minería y la Gente», conducido por Guillermo Juárez, el gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, realizó un balance sobre la actividad minera, destacando la Ley de Glaciares, el RIGI y la Ley de Proveedores locales. En la Casa de Gobierno, subrayó la importancia de la seguridad jurídica y la infraestructura para afianzar a la provincia como polo minero mundial.
Orrego informó sobre su participación en el Senado para debatir la Ley de Glaciares, confiando en lograr una norma «más moderna y menos restrictiva» que proteja el recurso hídrico y aclare qué es un glaciar aportante y qué es una zona periglaciar. Explicó que el nuevo texto mantiene la protección del agua y reconoce las facultades de las provincias, según la Constitución Nacional. San Juan cuenta con un inventario de casi 5,000 glaciares de roca y con instituciones académicas para identificar su función hídrica.
Respecto al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), Orrego reveló que cerca del 60% de los proyectos presentados a nivel nacional corresponden a San Juan, incluyendo minería y energía. Destacó que estas inversiones provienen de empresas con altos estándares y que la combinación del régimen con la eliminación del cepo cambiario ha creado un ambiente «muy fuerte» para atraer capitales.
Según el gobernador, la estabilidad fiscal y la seguridad jurídica son claves para los inversores, superando otros incentivos. San Juan compite con destinos como el sur de Australia o Arizona en Estados Unidos, lo que requiere mantener la competitividad.
Sobre la Ley de Proveedores Mineros, Orrego defendió la normativa propia de San Juan, a diferencia de otras provincias que liberan el mercado. El enfoque es «primero la cuna, después la casa», priorizando a los empresarios locales sin afectar la llegada de inversores. Reconoció que en proyectos grandes, como metalmecánicos, la provincia no cubre el 100% de la demanda y propuso asociaciones que protejan intereses locales y favorezcan el desarrollo.
El gobernador aclaró que la minería consume solo el 1.5% del agua, mientras que la agricultura utiliza el 94%. Añadió que la mayoría de recursos del fideicomiso minero se destinan a obras hídricas dentro de un programa integral.
En infraestructura, señaló varias prioridades: mejorar la Ruta 40 Norte para el transporte, construir estaciones transformadoras para la energía y fortalecer las energías limpias. San Juan es el primer productor de energía fotovoltaica del país y ya recibió maquinaria para ensamblar paneles solares localmente.
Finalmente, Orrego pidió gestionar las expectativas sobre la minería, recordando que los procesos no son inmediatos. Indicó que la educación se adapta a la matriz productiva de la provincia, que incluye minería, agroindustria y economía del conocimiento. Cerró con un mensaje de unidad para 2026: «no hay obstáculo que no podamos resolver» si los sanjuaninos permanecen unidos