El cierre de año de las trabajadoras de Minera Santa Cruz se consolidó como un espacio de encuentro que trasciende lo social y se inscribe en una dinámica más amplia de reconocimiento al rol que las mujeres vienen ocupando dentro de la actividad minera provincial. La cena de fin de año reunió a trabajadoras de distintas áreas operativas y de servicios, en un clima de camaradería que permitió poner en valor el aporte cotidiano que realizan en una de las principales industrias productivas de Santa Cruz.
Por: Extremo Minero
La actividad fue organizada por la congresal Noelia Etcheverri, con el acompañamiento del delegado Isaac Chocobar, y se desarrolló como una instancia de integración entre compañeras que comparten el desafío de desempeñarse en un sector históricamente masculinizado, pero que en los últimos años muestra avances sostenidos en materia de participación femenina y construcción de entornos laborales más inclusivos.

Durante la velada, además de compartir la cena, se celebraron los cumpleaños de las trabajadoras nacidas en el mes de diciembre, reforzando el carácter colectivo del encuentro. También se llevó adelante el tradicional juego del “amigo invisible”, una dinámica que favoreció el intercambio distendido, las risas y el fortalecimiento de los vínculos personales entre las presentes, elementos que resultan clave para consolidar equipos de trabajo sólidos dentro del ámbito minero.
El cierre de la noche estuvo marcado por una serie de sorteos entre todas las participantes, con premios donados por Cookins, que aportaron un marco de celebración a una jornada pensada para reconocer el esfuerzo y la dedicación de las trabajadoras a lo largo del año. Más allá de lo recreativo, el encuentro permitió generar un espacio de diálogo y pertenencia, aspectos que cobran especial relevancia en contextos laborales exigentes como los que plantea la minería metalífera en la provincia.

Desde la organización del evento se destacó especialmente la figura del secretario general Javier Castro, subrayando su acompañamiento permanente y su decisión política de incluir a las mujeres mineras en cada oportunidad, actividad y evento vinculados al sector. En un escenario donde la agenda minera incorpora cada vez con mayor claridad la perspectiva de género, este tipo de gestos institucionales adquieren un valor concreto y simbólico para quienes desarrollan su labor en yacimientos, plantas y áreas de soporte.
La minería santacruceña atraviesa una etapa de consolidación productiva que demanda no solo inversión y planificación técnica, sino también políticas de recursos humanos orientadas a la inclusión, la capacitación y la igualdad de oportunidades. En ese marco, la creciente presencia de mujeres en distintos niveles de la operación refleja un cambio cultural que se expresa tanto en el acceso al empleo como en la participación en espacios de representación y organización sindical.
Un cierre de año diferente
El cierre de año de las trabajadoras de Minera Santa Cruz se inscribe en ese proceso más amplio, donde las instancias de encuentro permiten visibilizar trayectorias, fortalecer la identidad colectiva y reafirmar el lugar que las mujeres ocupan en la industria. Lejos de tratarse de un hecho aislado, este tipo de actividades acompañan una transformación progresiva del sector, alineada con las demandas actuales de equidad y reconocimiento laboral.
En una provincia donde la minería constituye un pilar central del desarrollo económico y social, el fortalecimiento de espacios inclusivos y de reconocimiento resulta clave para proyectar una actividad sostenible en el tiempo. El encuentro de cierre de año dejó en claro que las trabajadoras mineras no solo forman parte del presente productivo de Santa Cruz, sino que también son protagonistas del futuro de la industria