La empresa aseguró que no habrá despidos y que más de 120 trabajadores continuarán bajo modalidad remota. El repliegue físico abre un debate sobre competitividad urbana y presión fiscal.
El cierre no implicará despidos: más de 120 colaboradores del área tecnológica continuarán trabajando de manera 100% remota, y la operatoria logística y de envíos seguirá funcionando con normalidad en Rafaela y en la provincia de Santa Fe.
Más allá del impacto laboral directo, la salida física de una empresa líder del sector tecnológico representa un antecedente relevante. Aun sin reducción de personal, el repliegue territorial implica menor circulación económica y una pérdida de densidad en un segmento estratégico como la economía del conocimiento.
El caso reabre el debate sobre la competitividad de las ciudades intermedias y las señales que se envían al sector privado.