A pesar de la baja de retenciones, el Estado se sigue quedando con más del 50% de la renta agrícola

Las razones que explican esta caída recaen en la baja de retenciones anunciada por el Gobierno nacional a principios de diciembre y una mejora de los precios de los granos a nivel local.

De esta manera, con la reducción del 26% al 24% en soja, del 9,5% al 8,5% en maíz, del 9,5% al 7,5% en trigo y del 5,5% al 4,5% en girasol, el peso de los impuestos sobre el sector descendió del 60,9% medido en septiembre a los niveles de la actualidad.

Según explicó la economista de FADA, Fiorella Savarino, “los productores enfrentan diferentes costos a la hora de trabajar la tierra: las semillas, los fertilizantes, los salarios, fletes, seguros, etc. Una vez que se cosechan, venden ese cultivo, ya sea soja, maíz, trigo o girasol”.

“La plata que les queda después de pagar todos esos costos se divide en 3: el valor de quienes alquilan la tierra para producir 27,9%, la ganancia 15,8% y los impuestos que se pagan 56,3%. Esto último es lo que medimos en el Índice FADA, cuánto es el peso de los impuestos y cómo se conforman”, agregó.

Si se analiza cultivo por cultivo, resulta que el trigo es el que posee la mayor presión en su renta, quedándose el Estado, en sus tres niveles, con el 88,7%, como consecuencia de la fuerte caída que registró en los precios en las últimas semanas.

Por su parte, la soja se ubica segunda, con el 57,6%, seguida por el girasol con el 55,5% y el maíz, con el 47,8%.

Por provincia

De todos los impuestos que paga una hectárea agrícola, el 56,5% son impuestos nacionales no coparticipables, es decir, recursos que no vuelven a las provincias, principalmente retenciones, mientras que 37,1% son tributos nacionales que sí se reparten.

En segundo orden, con una participación del 5,7% se ubican los impuestos que cobran las provincias y un 0,7% corresponden a tasas municipales.

Así, mentras el Índice FADA nacional se ubicó en el 56,3%, las provincias muestran diferencias según costos, producción e impuestos locales: Córdoba registró un 54,3%, Buenos Aires 54,5%, Santa Fe 53,5%, La Pampa 53,6%, Entre Ríos 60,3% y San Luis 51,4%.

“Cada una de estas provincias enfrenta realidades distintas en cuanto a sus rindes, estructura de costos e impuestos, lo que explica la variabilidad de estos resultados”, explicó la economista de FADA, Antonella Semadeni.

Costos y precios

Los costos de insumos presentaron incrementos tanto mensuales como interanuales. En detalle, las labores registran un aumento promedio del 9,2% en pesos respecto al índice de septiembre, en un contexto de inflación estimada de 7,2% en el mismo período. Al comparar con un año atrás, las labores tuvieron una evolución exactamente igual a la dinámica inflacionaria (31%).

Por su parte, los fletes registraron una suba tanto en pesos como en dólares. Así, comparados con septiembre, se encuentran un 10,6% por encima en pesos y un 3,5% en dólares, mientras que presentan una suba en pesos del 5,3%, respecto a diciembre de 2024, pero una baja del 27,1%, en dólares.

En cuanto a los precios disponibles de diciembre, se destacó la caída en el precio del trigo, el cual cayó un 14,3% comparado a septiembre y se encuentra un 16,6% por debajo de los valores de diciembre del año pasado.

Por su parte, la soja en el mercado local ha evidenciado una mejora significativa en su precio, escalando 18,7% respecto a septiembre y ubicándose 19,6% por encima de los valores de hace un año atrás